Vistas de página en total

sábado, 1 de febrero de 2014

He de arrojar  cal viva a tu cadáver,
enterrado con mis manos en la tierra.
La luna  me dotó de garras afiladas para el trabajo.
Prenderé cuantro  velas negras
en las cuatro esquinas de la tumba.
Un mes después fondearé tu cuerpo en las profundidades 
del océano,
Te hundiré con plomo para que nunnca vuelvas a molestar mis días.
A partir de hoy , soy una mujer libre, sin remordimientos
ni angustias.

No hay comentarios: