Contemplo el sueño de L, y creo que nada hay tan hermoso que comprobar su paz.
El dolor que torturó sus noches y días ha dado paso a una nueva etapa. Su carácter es risueño y ahora muestra preocupación sincera por mi problema de intoxicación medicamentosa. Sé, que él se siente culpable de no haber presenciado tantos problemas de salud que me llevaron a las clínicas y sé también que le angustia que me pase algo. O tenga yo que gastar mucho dinero.
Su sueño es un bálsamo para mí. Yo leo el diario mientras y trato de aguantar las nauseas de este problemas biliar con galletas de soda- Pobre Marianita, ella quería invitarme a la calle Capón a almorzar y no se puede imaginar que como tan solo galletas de soda.
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