No tengo ningún problema en declararme loca. Si lo soy, ahora me contiene mi amado esposo, las medicinas, este calor asqueroso y una sensación de bienestar que solo se me disuelve cuando me miro al espejo y me encuentro gorda. Ese es un gravísimo trauma, otra obsesión que me hace sentir feliz de levantarme a las 4:00 am a arreglar mis cosas para llegar la primera al gimnasio.
Eso sí es disciplina, y los días que no voy hablo con mi entrenador y me excuso. Si hoy es cumpleaños del hombre más querido, aparte de mi papá , que en paz descanse, no me provoca sonreir sin ganas a aquellos ricos sin ganas de nada. Al menos yo tengo la ilusión no de un nuevo amor pero sí de irme a leer las cartas con Mario, 2 horas. Lo máximo. Soy cristiana, oro por las mañanas y por las noches pero ya me toca saber mi futuro puntual. Y dió en el clavo. Los primeros meses de verano no pude escribir ni mi nombre. Pero ahí vamos , Avancen hermanos .
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