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martes, 31 de diciembre de 2013

Permite que roce la yema de mi dedo índice por cada  labio tuyo.
Sentir, palparlos pulposos, dibujar su forma ,

las comisuras,
como quien hace un dibujo imaginario en el aire.
No te amo , ni recuerdo siquiera tu rostro.
Tu boca sí.
Está presente al cerrar los párpados .
La noto fresca , al despertar.
En soledad , la evoco delgada,  con ganas de mí,
Deseo poseerla suave en un beso ,
jugar con tus labios luego  por horas,
 como un placer nuevo,
recién descubierto,
placentero e intenso ,
como hacer el amor,
 hasta cansarme de ti.
Y pedirte luego   salgas de mi vida,
hasta el día que sienta el llamado del  deseo,
Te  necesite febrilmente.
beba las mieles por ti,
para mi desgracia.

Vuelva por más.
No es importante creer o dudar.
Me vale el brillo de tus ojos en mi oscuridad,
 esos labios que acaricio con las  yemas de mis dedos.
Tu paso feliz , el alma henchida.
Continuar  con  el sueño o con  la mentira.
No es importante creer o dudar.
Me vale tu alegría.
Nada más.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Antes que el sol se oculte,
necesito liberarme de ti.
Respirar sin inquietud
 ni ansiedad.
Abrir los ojos y no verte.
Lavar mi cuerpo y no sentirte.
Olvidar por siempre   tu  fragancia de melaza,
aquella pócima dulce que bebí de tus labios,
esa tarde aciaga,
cuando me entregué sin sospechar siquiera,
que ese  muchachito frágil y desamparado,
era un  señor de la  magia negra,
que derrumbó y humilló a las poderosas hechiceras
 del norte, de la laguna encantada,
a las del sur , dueñas de las ventiscas
y mis propios esfuerzos por sacar tu olor con aguarrás,
cubrirme el rostro con las cenizas de aquellos habanos
fumados en tu nombre
No he podido desatar el conjuro.
Mañana es año nuevo,
las órbitas cambian en el cielo,
el sol será negro,
si no atiendes mi pedido.
Ahora mismo emprendo viaje a tu tierra,
a pagarle a esas mismas señoras, 
que fuman y escupen mi nombre en el lodo.
Tienes tiempo de pensar hasta el ocaso.
A mi pesar,
no  solo eres el vencedor de esta contienda,
cargo la condena de tu   amor maligno,
dueño absoluto de mis pensamientos,
de mis noches .
No conozco el sueño hace meses.
Cierro los párpados y vives en mis pupilas.
Invoqué a todos los poderes pero tu embrujo
domina mi piel con la fragancia de melaza,
de tu transpiración,
que me pegaste
la tarde aciaga aquella.
Clamo, me  desespero, me consumo,
más no me resigno
a la tortura de tu ausencia,
 al silencio maldito,
que tanto te divierte.
Ríe ahora.
Cuando recupere mis poderes.
Besarás mil veces  mis pies.
Te lo juro.
Acepto, 
te declaro vencedor de esta contienda.
No  atormentes más mi cuerpo ni palpites en mi corazón
pues de    transpirar sangre ,
me abandonaron las fuerzas y el  ánimo  para luchar contra
tu embrujo.
Acudí a los poderes de las brujas de Cachiche.
Invocamos a  los vientos hasta volverlos paracas,
 para borrarte de mis pupilas, de la faz de la tierra.
Convoqué a mis primas del norte, 
quienes  nadan en la laguna de las Huaringas,
con el mismísimo maligno.
Ellas no desean enfrentar a las  curanderas   de tu tierra .
Aquellas viejas vestidas de luto eterno ,
que fuman mi nombre y apellido , 
y escupen luego al barro, maldiciendo.
Me ganaste por puesta de mano.
Te adelantaste en el tiempo.
Más aguarda me reponga de mis males.
Llorarás , retorcido de dolor 
 pedirás protección ,
Nadie ni nada
 te salvará .
Hechicera Mayor soy.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Vamos invocando,  vamos enredando ,
el hilo de los amores  con la voz del  pututo.
Canto  profundo, canto sagrado  de las entrañas de la  tierra.
Vuela  hacia el viento , sobre los montes ,  allende los mares.
Encandila su música,  florecen los corazones reacios , alivia el mal de amores . 
Vamos invocando, vamos enredando el hilo de los amores con la voz del pututo.
Así  te querrán  bien,  no mirará a  otra,  seras tú,  sus ojos , sus únicos labios , única flor, floreciendo  en la arena.
Con el sonido de  las conchas de la orilla del mar,
Sopla , sopla con los pulmones , fuma  el habano negro,  cocea el suelo, repite mil veces su nombre.
Será tuyo, cuantas veces quieras y para siempre.
Invocando, enredando , al canto del pututo, al sonido de las conchas del mar.
Continúa hasta el alba, repitiendo  este  embrujo de amor.
Así doblegarás su voluntad.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Brujas de Cachiche  invoquemos a  los vientos del sur ,
 a grandes voces a la paraca destructora. 
La tierra retumba a nuestros gritos.
 Las casas tiemblan, los vidrios estallan.
La  polvareda invade casas, calles, personas de todas las edades
La gente huye despavorida .
Brujas de Cachiche amansa la paraca.
Los viñedos son polvos y se pierde la cosecha.
Brujas de Cachiche, limpia mis pupilas , mis ojos de su mirada constante.
Arrasa su fragancia  mis pechos tibios,
que de tanto desearlo me pierdo en tinieblas .
Aquellas  obnubilan mis pensamientos,
y no cesan de atormentar mi cuerpo , la paz.
Echa fuera el recuerdo de su cuerpo sobre el mío.

Convoco  con furia al   espíritu del olvido.
Aquél que borra  a aquél ,
 con tanta saña me ha atado a su ser.

viernes, 27 de diciembre de 2013

He prometido a las Brujas de Cachiche caminar descalza por los arenales del sur.
Ellas  entregarán a mi arribo una pócima ponzoñosa , que solo ellas conocen.
Aún mis pies se despellejen al sol  del desierto, debo cumplir la visita.
Las Brujas de Cachiche viven el desierto  apartadas de la ciudad  y vuelan  encima de los tejados por las noches.
Ellas invocan a los vientos de las paracas, remolinos de arena que arrancan árboles de cuajo.
Cubren pueblos enteros si la ira las domina y conocen antídotos contra el mal de amor.
Sé que ellas podrán limpiar mi cuerpo, el alma y la mente de este veneno que me mata de a pocos.
Voy en pos de ellas, sucia de polvo y descalza, tal como convenimos.
Mis pies sangran  y sé que utilizan mis propios efluvios y sangre para sus brebajes.
Las encuentro pues reconozco a las de mi palo, vestidas de luto, abanicando el calor del mediodía.
Me indican con señas que me tumbe bajo la sombra.
Descanso profundamente pues he caminado más de 7 horas al sol.
Al despertar, un café humeante y una batea con agua  con flores .
Sentada en cuclillas , se inicia el ritual de limpieza, que ellas llaman limpia.

He de tornar en ave y volar en torno tuyo.
Acercarme sin revuelo y picar tu pecho.
Inocular lentamente  el embrujo dulce de amor,
ese mismo que me  diste a beber de tus labios.
Convocaré al viento para arrasar las calles de tierra,
 donde viven aquellas mujeres de luto
a quienes pagas por fumar atados  de cigarros negros
para atarme a ti.
Ni uno más podrán prender , ciegas de polvo .
Mi furia es la desesperación de no tenerte bajo mis pies,
como solía ser siempre con otros hombres.
Tú, poeta mío, en apariencia, inofensivo tienes pacto con el diablo .
De él recibes la sapiencia, la fuerza para matar  de amor.

Yo, provengo de las tierras donde viven miles de demonios negros,
con ellos nado desnuda en la laguna encantada.
Calladita preparo mi venganza,
 la piedad no es mi virtud.
Hechicera poderosa soy.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Rodeaste mi cuello con tus dos manos,
 acariciando la piel más suave,
cerré los ojos para guardar el instante
en mi pecho,
pero eras el mismísimo ofidio, engañoso ser.
Sentí de pronto tu  lengua pequeña y viscosa,
  inoculando el veneno , 
y yo, estática, petrificada de horror.
Apretabas con tanta fuerza
 temí ser ahogada y morir.
Ahora me arrepiento.
Prefiero la muerte 
a morir de a pocos,
día a día.
Esta  agonía de no verte,
no tenerte entre mis brazos,
es una herida que  horada mi piel.
Ya cruza mi cuerpo de lado a lado.
Y no tengo el poder de revertir
el embrujo .
Debo lanzar  tu prenda íntima a las profundidades del mar.
Eso aconsejó  la bruja grande que visité,
reptando de dolor y deseo,


Ahora debo planear  arrebatarte la prenda
en una cita de amor.
Recuperaré entonces mis poderes,
 perdidos por confiar en un poeta traicionero,
de la tierra de las mujeres que fuman y amarran amores. 

Acezante, 
sigo la ruta de tu olor por el desierto.
No importa  si el calor abrasa y 
la transpiración nubla mi mirada,
en cada espejismo te veo.
Corro a abrazarte y es arena pura. 
Creo morir a cada  paso,  
la ansiedad  por hallarte ahoga mi pecho.
Superior al calor, que como brasas  calcina mis pies
es el   deseo por vibrar en tu cuerpo o tú en el mío.
Solo por besarte,  recorreré desiertos y mares.
Al cielo clamo por una señal.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Caí en el pozo engañoso de tus ojos tiernos,
desde entonces ,
eres el tormento de mis días,
mi martirio,  la ansiedad de no tenerte.
Sé bien que gozas pues el brebaje
que bebí de tus labios,
envenenó mis venas, las arterias, 
hasta mi cintura aúlla por un roce tuyo.
Clamo  al cielo, aúllo a la luna
me revuelco como una posesa,
vago  buscando  tu olor a melaza
oliendo las calles, la miel de las flores en  los jardines, las plazas.
Este ardor bajo mi piel,
es una agonía interminable.
Da tregua a esta mujer malherida
O te ataré a mi madero,
para morir juntos,
crucificados de deseo.
Caí en el pozo engañoso de tus ojos tiernos,
desde entonces ,
eres el tormento de mis días,
mi martirio,  la ansiedad de no tenerte.
Sé bien que gozas pues el brebaje
que bebí de tus labios,
envenenó mis venas, las arterias, 
hasta mi cintura aúlla por un roce tuyo.
Clamo  al cielo, aúllo a la luna
me revuelco como una posesa,
vago  buscando  tu olor a melaza
oliendo las calles, la miel de las flores en  los jardines, las plazas.
Este ardor bajo mi piel,
es una agonía interminable.
Da tregua a esta mujer malherida
O te ataré a mi madero,
para morir juntos,
crucificados de deseo.
Observo tu sonrisa  burlona en  una foto.
Te diviertes, yo me consumo por el amor malsano
sembrado  en la pradera de mi piel.
El olor a melaza persiste,
 aún me frote el cuerpo con vigor 
 sueño con tus labios, aún no duerma,
Añoro tu cuerpo  en la ausencia ,
 clamo , con la boca seca
de tanto suplicar al viento,
 por una caricia,
por una mirada tierna,
por tu regreso.
Desenredar de tu cuerpo del mío,
o el mío del tuyo,
no lo sé,
Vivo en agonía noche y día.
Devuelve el  sosiego a mi vida.
Rompe el hechizo,
seré tuya.

martes, 24 de diciembre de 2013

Soy presa de tu hechizo.
Bebí de tus propios labios,
el néctar dulce,  
aquella tarde parda.
que aún llevo en el alma.
Nunca  sospeché que  
 esos  ojos de niño  tierno,
pudieran esconder el sortilegio de un amor maligno,
preparado en noches de luna nueva.
Cada día es una herida en mi pecho .
Es saberme burlada , yo reina bruja entre las brujas,
mientras tú  ríes de  mi ingenuidad.
Prepárate , muchachito del demonio, 
mi fuego  se prende con el viento de tu ausencia.
Calcinaré tu cuerpo, parte por parte,
al final, devoraré tu corazón.
Sabrás de dolor y nostalgia, clamarás por mi presencia a gritos,
rogarás me  desenrede de tus sueños,
Enloquecerás de mal de amores.
Castigaré así el atrevimiento de embrujar a
una Hechicera Mayor .

Una vez consumada la tortura,

nos amaremos.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Muchachito mío,
has sorbido mis sesos,
enredas mis sueños,
apenas descanso,
ya olvidé comer,
 no puedo concentrar mi mente
en nada ni nadie
que no seas tú.
Y tus ojos, pozos hondos de ternura,
donde me tienes presa
por beber el hechizo de tus labios.
Mil rituales contra tus encantamientos,
con aguarrás  froté mi  piel de seda,
el cuerpo entero cubrí de las cenizas
de los habanos que fumo en mis noches insomnes,
cuando camino en círculos para espantarte.
Clamo al altísimo, hincada , las manos en alto.
 A las   lagunas encantadas del norte subí,
tierra de mis ancestros ,
donde con mis primas hechiceras
invocamos  desnudas al  mismísimo demonio
para desatarme de tus ataduras,
pero sabes,
 no encuentro sosiego.
Dame tregua, regálame  dos días de paz
Seré tuya , por las buenas.
Te lo juro.
Cae el sol,
Desnuda, inicio el ritual.
Frente a un espejo, aplico un emplasto de aguarrás y agua florida 
 en cada pierna, seno por seno, el vientre , todo mi cuerpo.
Retiro  el menjurje , me baño con una esponja de púas.
Limpia y pura, aplico sobre mi cuerpo  las cenizas
 de los habanos fumados la noche anterior.
Mi piel luce tan  oscura como  tus malas artes, muchachito mío.
Tendida sobre el suelo , trato de descansar hasta la aurora.
Mi sueño es inquieto, con pájaros de picos abiertos hacia mi corazón.
Despierto sin fuerzas pero la mente en blanco.
No apareces tú, al menos , por un momento.
Entonces, me descuido en un rapto de cansancio relajo el cuerpo  a recuperar sueño profundo perdido hace mucho.
Entorno los párpados, siento de pronto el placer infinito de tu juventud muy dentro mío.
Me posees a tu antojo hasta sentir el sabor  de tu cuerpo en mis labios. 
Abro  los ojos y no estás más.
Clamo a gritos por tu regreso.
Me hechizaste nuevamente,
que duda cabe.
Mi  niño hermoso, quien diría, 
tan frágil y tierno,
indefenso y desamparado
lograste  derribar mis barreras,
  con esos ojos tiernos demolerme,
 perder el aliento por ti,
Encendiste una pasión malsana
ya no como, no río.
Tu imagen vive en  mis pupilas,
 arrebatas mi paz.
Mis noches son tormento puro. 
Te veo en sueños,
evoco tu nombre,
despierto entre lágrimas,
más sé bien  que tu amor no es tal,
 es un hechizo, un embrujo.
Debí pensar, 
provienes  de una tierra de brujos.
Conozco bien los encantamientos,
los cigarros que fuman las mujeres a la vera de sus casas,
Cuántas monedas les diste para enloquecerme de deseo?

Yo, una pantera brava, amansada por un felino menor.
Una mujer en manos de un muchacho,
presa de su pensamiento, 
de la cárcel de su piel.

Tres noches .
desnuda y descalza,
caminando en círculos ,
repitiendo tu nombre y apellido,
en cada bocanada de humo negro,
de habanos
que fumo uno tras otro,
dando coces al suelo,
para echarte fuera,
liberar
mi cuerpo,
mis pensamientos,
 esta  alma mía,
que clama  desesperada
al silencio ,
a la oscuridad por ti.

Necesito desatar  el hechizo
de tus ojos tiernos
aquellos que me apresaron,
para hacer de mi ,
una mujer sin voluntad ni conciencia.
Libérame ya  de tu condena,

Clamo por tu cuerpo ,
aúllo como una hembra en celo,
y tú,  contemplas mi tortura,
impávido y feliz,
de tenerme a tu merced.
consumida de deseo,
Muchacho mío,  si me amaste alguna vez,
  líbrame de tu olor,
de tu fragancia a melaza,
que de tanto deseo, ´
muero a pocos,
cada día.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Poeta mío, me obligas a desenredar mi boca de la tuya,
a arrancar tus ojos tiernos de mi mirada,
salir de ti o tú
 de este cuerpo mío,
que hoy posees a tu antojo
por tus malas artes.
Esta pasión malsana,
consume mis noches,
mis días pesan sobre los hombros,
cierro mis párpados,
en mis pupilas vives tú.
El olor a miel persigue mis días,
Hace tiempo no conozco la paz,
pues esta ansiedad por verte consume mis horas.
Te aviso antes de tenerte de rodillas.

Bien sé yo, que en tu tierra,
aquellas mujeres de luto fuman
 cigarros negros,
repitiendo en cada bocanada mi nombre y apellido.
obnubilando mi mente y la voluntad.


Basta con el tormento, te lo imploro.
O serás presa de mis artes,
no te olvides que soy Hechicera Mayor,
de las tierras altas. donde vive el diablo,
y muchas son mis primas de gran poder.
 Subimos al monte,
a tres días de camino en mula, y otros 3 a pie,
a nadar con mismo maligno en la laguna encantada,
las aguas de las Huaringas.
Allí él nos limpia, nos florece , 
desata cualquier embrujo y lo revierte hacia ti.

Ten cuidado , amor, ten cuidado.
No quiero dañarte, mi niño
te ruego no me obligues
a viajar a mi tierra,
la de mis mujeres hechiceras,
primas hermosas y poderosas
que desnudas copulan con el mismísimo diablo de la laguna.

Estás advertido, mi amor.



Aguardo la caída de la tarde,
Con las primeras sombras, 
desnuda y descalza
coloco  las velas en círculo ,
titilan  las  luces,
en el medio,
tu imagen,
muñeco de trapo 
traspasado de mil alfileres.
En mi tierra velan así a los muertos,
a quienes nos amarran con brebajes,
y nos hacen sufrir  del mal de amores.

Ay muchachito mío,
no sabes acaso de los embrujos de mi tierra,
poderosos hechizos mayores que en tu sitio,
donde las viejas vestidas de negro fuman bajo el sol?.

Nosotras , las  hechiceras del norte tenemos la magia negra
de una laguna prodigiosa ,
 donde llegan solo los más valientes.
En las alturas de mi tierra ardiente,
las mujeres enamoramos con el fuego
del cuerpo perfumado en Las Huaringas. 
Los ojos como puñales directos al corazón.
No arriesgues tu alma, ni tu destino  con una piurana.
Niño mío.
Perderás la cabeza y el corazón .

No te confíes  amor, no te confíes.
Mi piel es suave,
la sonrisa , dulce.
No te confíes, amor, no te confíes.
Lanzo puñales por los ojos,
bailo alrededor de hogueras,
Fumo puros de humo  denso.
Aúllo a la noche si el deseo me consume.
Bebe   el brebaje de mis labios.
Sin protestar.
Es el hechizo que  te  atará a mi  
hasta cuando yo lo decida.
A  mi vera estás.
Hechicera Mayor soy.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Derrama la miel de los pozos tiernos de tus ojos
sobre mi cuerpo,
a cambio,   cubriré de polvo estelar tu piel.
Brillarás aún en la más oscura de tus noches,
cuando sientas venir el naufragio,
tomaré tu mano ,
Curaré las heridas que callas,
aliviaré  la agonía que cierra tu garganta,.
tus agobios.
Te haré feliz , al menos un día.
Si solo derramas  la  dulzura ,
 guardada en tu alma.
Cuenta conmigo siempre,
velaré por ti,
mi niño,
poeta mío.

No existe escapatoria a tu embrujo:
Froté mi cuerpo con aguarrás,
así  arrancaba tu olor dulce a  melaza ,
y tu fragancia permanece  aún en mi piel.
Desesperada, quemé en  una  hoguera tus  poemas,
tus fotos, y mil  recuerdos que inquietaban mis noches.
Una vez ceniza, los arrojé a las profundidades del mar.

Inútil, el embrujo es poderoso.
Vuelves cada noche a cantar a mi oído.
Y despierto antes de la aurora , ardiendo de deseo.
Necesito tu voz, mirarme en tus ojos tiernos.
Desapareces como un mago. 
Supercherías de tu tierra , lo sé bien.

Brujería negra, atadura con cigarro me has hecho,
Cómo te olvido ahora si estoy atada a ti?
Si te veo en otras caras, en todos los lugares
 y llenas mi mente con tu pensamiento.

Con  el brebaje que bebí de tu boca ,
no escribo, no duermo.
Cuándo desatarás el hechizo,
en agonía vivo y muero cada día.
Acepto.
Tu ganas:

Te amaré con el alma.

Lentamente, como quien se hace de rogar,
 rodea mi cuello,
con las yemas de tus dedos, pellizca.
Retira mi blusa, apretada de redondeces.
Aparecerán ante ti mis  pechos grandes y libres,
 como dos frutas silvestres.
Bebe de ellos, de a poquitos.
Entorno los ojos para sentir la delicia 
en toda mi piel .
Me tiendo a tu vera,
para tu caricia , no te detengas, vamos , te lo ruegos, sigue  tocandome, te lo ruego, no te detengas,
ahogada de suspiros de deseo.

Sean tus  manos, ligeras  alas de paloma,
Las yemas de tus dedos, dulces   alas de mariposa 
recorriendo mi cuerpo.
hallando el sol de mi vientre ,
besando mis humedales,
suave, delicado, leve,
hasta mi desesperación.

Sean tus manos , ligeras  alas de paloma
Las yemas de tus dedos, dulces alas de mariposas
recorriendo, sembrando, floreciendo primaveras,
inaugurando veranos sobre este  cuerpo mío.
Suave, delicado , leve,
hasta mi locura.
Ven pronto, amor, apura ,
debes declarar el verano en mi cuerpo,
 derramar, flores, 
prender el sol  en mi vientre.
Dancemos frenéticos,
liberemos nuestras caderas , 
despierta mis pechos dormidos
Regalame parte   de  tu juventud  
Una mirada tuya basta para unir
 nuestras pieles en una.

Ven pronto, amor, apura.
A ser verano y ser luz,
a sonreír y reir.
Rodea mi cintura con tus dedos, 
recorre suave cada pierna,
cada pie.
Abrázame fuerte, 
desde hoy
vuelvo a ser la muchacha loca e
impetuosa 
la niña  de las pasiones intensas,
que  derrama de deseo por ti.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Acepto, 
Tú ganaste la partida.
He  huido, he corrido como una posesa para alejarme de ti,
sacarme tu olor a miel de esta piel mía ,de pantera,
pero al final me  encontraban tus ojos opacos .
Siempre.
Sin escapatoria declaro
Es   una tontería seguir escapando ,transpirando las noches.
clamando por el olvido, cuando lazos de nuestras entrañas nos unen.
Confieso:  
Te amo y punto.

Ahora ven y derrama primaveras sobre  mi cuerpo,
dale vida a mis caderas mustias,
abrillante mis piel con la melaza de tu piel.
Rejuvenece mis años con tu cuerpo niño.
Quiero revivir , bailar, ser con tus caricias.
No te eches atrás.

jueves, 19 de diciembre de 2013

No prometas,  amor ,  no prometas.
Soy una mujer grande,
tú, un muchacho soñador.
Sabes bien que te adoro,
y por unas letras tuyas,
cumplo todos tus deseos. 
No prometas , mi amor, no prometas.
Soy una mujer experimentada,
tú un niño caprichoso,
Reconozco que derramas flores sobre mis caderas,
y tiemblo ante tu mirada profunda,
vibro por tu boca .
No se puede amor, no se puede.
Aún mi piel clame por el  calor de tus manos,
un beso desinteresado,
te conozco bien.
Es mejor que no prometas, mi bien. 
Tú me enseñaste a jugar,
a contemplar desde la inocencia ,
la belleza del mundo.
Con los ojos cerrados, aprendí a caminar de tu mano.
A rezar, a cantar como una niña  feliz.
Te debo mis primeros años.
Más hoy soy una mujer hecha y derecha.
Mis pasos se escuchan alto ,
y  no me tiembla la mano si alguien se enfrenta
cobarde a hacerme daño.

Gracias a los golpes,
 a cada cabello perdido por el dolor,
por  las traiciones, 
Soy  una mujer fuerte.
Eso tú no lo perdonas.
No te interesan mis heridas ,
Solo tus sobrinos, a quienes adoraba 
más que mis hermanos.
Ellos  mordieron mi mano una y mil veces.
Eso es el pasado.
No escribiré más sobre ese tema.
Me esperan muchos libros por escribir,
poemas de amor por vivir.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Hubo un tiempo no muy lejano,
Eramos familia, 
Un grupo unido de personas que se quería.
 crecieron, jugaron, compartieron y descubrimos el mundo
al mismo tiempo , bajo la misma tutela. 
Cuándo nos apartamos uno del otro?,
La vida nos cambió mucho.
Cuando la volví a encontrar,
sus ojos  lanzaban   puñales,
 tenía la risa fácil ,  la mirada cruzada.
Mi madre la quería mucho.
No pudo ver cómo la engañaban.
Ella succionó hasta la última gota de sangre de sus venas.
No la dejó descansar ni en su velorio.
La falta de amor, los desengaños,, su pobreza la envilecieron.
Si el marido era jugador compulsivo, ella mentía.
Y conocía el oficio mejor que nadie,
vivir de  lástima, contar desgracias inventadas. o verdaderas
le procuraban réditos entre nosotros, culpables de vivir mejor,
Cuánto daño te hicieron, pobre mujer,
tu sangre  se derrama  aún por las calles.
Pero cruzaste el límite.
Ahora la ley de los hombres te obliga a firmar un documento mensualmente.
Robaste a quien más te dio.
A quien llamabas familia.
Paga tus culpas
No voltearé a mirar tu cara deformada por el odio.
Quiero recordarte risueña,
si alguna vez visitas mi memoria.

Quedé atada al conjuro  de tus labios,
a la piel con olor a miel,
al  desamparo de tus ojos.
Suficientes razones  para amar.
No importa, si  tus historias son  ciertas ,
si  tan solo fui una incauta más.
Me vale la felicidad de haberme sentido 
joven y bella
seductora y  fatal , 
Reviviste mi cuerpo,
volví a sentir la pasión,
la seducción de una mujer
a un muchacho.

Te debo las  horas felices ,
la juventud pretendida,
el color de los días , 
la ternura a raudales.
Una historia sin terminar.
Verdad o mentira?

Eso es  lo de menos.

martes, 17 de diciembre de 2013

Era tu piel , color de melaza.
Frágil y fibroso,   tu cuerpo joven,
amándome hasta las entrañas.

Recorrías mi cuerpo con maestría,
alas  de ave eran tus manos.
Caricias de colibrís, entornaban mis ojos,
Susurraba en tu oído, cantaba feliz.

La historia de  una mujer ,
y un muchacho.
Fugaz ,  intensa,  hasta la locura. 
Un cruce de miradas , 
una sonrisa,
bastaron para insuflar el deseo.
La pasión de dos seres sin importar el origen
ni la edad.

Sonrío al evocar tu rostro,
Llevo tu olor a miel en la  piel.
Cada cierto tiempo vibra mi cuerpo,
al sentir  esa fragancia de melaza cerca mío.
Tatuaste mi piel con tu perfume ,  poeta mío.
Eres tú, la única verdad física y tangible,
que conozco.
Tus ojos tristes, la sonrisa opaca.
Aquello que captan mis sentidos.
Lo demás , no es importante:
 te adivino en cada respiro.

Quisiera cubrir tu halo oscuro 
con el hálito diáfano 
de mi boca,
besarte e insuflar coraje a tu sangre.
Quemar tus temores,
engrandecer  tu espíritu.

Cuánto daría por hacer de ti,  
el titan de tu propia historia.
el vencedor de una vida pequeña,
un luchador  de su mediocridad.
Feliz consigo mismo.
Satisfecho , seguro, y valiente.

Sin escudarte en mentiras ,
que solo hablan de  debilidad.
    Permite besar uno a uno, tus dedos.
    Largos, finos dedos de artista, poeta mío.
    Con el índice , dibujo tus labios pulposos.
    Déjame recorrer tu cuerpo,
    frágil y delgado.
    Abrazarlo con todas mis fuerzas,
    protegerlo de los días aciagos,
    de tus ventiscas.
    Permite   soñar que me amas,
    Haz un esfuerzo, ámame,
    pues ardo al evocarte,
    fogoso e intenso, 
     luz de mis días.
    Mi  amante niño.
    Inolvidable.
Déjame besar uno a uno tus dedos.
Largos, delgados dedos de artista, .
Con el  índice , dibujo tus labios pulposos.
Permite recorrer tu cuerpo,
frágil  y delgado,
Abrazarlo con todas mis fuerzas,
permite soñar que tú me amas,
haz un esfuerzo, ámame,
pues ardo al recordarte ,
fogoso e intenso, 
Inolvidable.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Desde un paraje lejano ,
 clamo por tu tus manos.
Aquellas que palpitan mi cuerpo,
lo encienden,
Manos delgadas, manos de poeta,
Ven derrama tu primavera
sobre mi piel de seda,
insufla sangre a mis venas,
declara la pasión en mi piel,
el gobierno del verano,
en mi cuerpo entero.
Derrama todas las flores ,
de mil colores sobre mi rostro 
 tiznado de soledad,
Guardo aún tibiezas 
para incendiar la  tarde ,
y abrillantar la tristeza de tu lejanía.
.

Alas, necesito
 poderosas alas de arcángel
para atravesar el tiempo,
las nubes , 
Y alcanzarte en una estrella .
Ser tu amor primero.
Nos  perderemos en tus campos,
como dos chiquillos,
en la  playa amada,
 entrelazados.
En silencio ,
escucharemos el romper de las olas.
El palpitar de nuestros cuerpos , 
relucientes  de polvo de estrellas.
Apura,  amor , ven antes de la aurora.
Guárdate entre la niebla.
Reconoceré  el brillo de tus ojos,
encendidos ,
como dos carbones.
Tus manos en mis caderas.
El palpitar de tu cuerpo cerca al mío.
Volarás con las primeras luces.
Soy un canto en el silencio.
Dos labios palpitantes.
Un sueño, como un ave,
anidado en el pecho.
Nada más.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Soy un nudo de nervios,
una trenza de músculos,
un corazón desbocado,
dos ojos impávidos.
Nada más.
Amor , el sol estalla en mi cielo,
el  cuerpo se  embriaga de luz ,
y,  soy una hormiga ,
 recorro  imperceptible tu cuerpo,
 salpico de   miel ,
 los pliegues recónditos  
de tus párpados
hasta el  cuello ,
la piel  delgada
que cubre tus huesos,
tus piernas  musculosas
de futbolista ,
hasta el  vientre,
desciendo   hasta
 los humedales,
 refresco mi cabeza,
mientras tú, 
absorto,
hipnotizado por el fútbol,
te dejas hacer.
Ellos quieren saber,
ellos preguntan,
si mi amor fue un capricho,
un sentimiento profundo,
una locura fugaz ,
bordada de ternura.
Ellos no saben,
no  te conocen.
De ti, 
amé tus silencios,
los agobios que no contabas,
tu mirada tierna y triste.
el talento de tu poesía,
tu bella juventud
sobre mi cuerpo maduro,
florecido por tus manos
como un verano
Abriste un cielo tachonado de estrellas,
a mis ojos.
Y fue tan solo una mirada,
una sonrisa,
Hoy soy  tu más leal compañera,
la que todo cree,
y finge   no saber
Quiero dibujar una sonrisa
en tus labios pulposos,
una risa que no termine nunca.
Tu felicidad.

No es importante  que me ames o no.
Cubriste de  polvo de estrellas  mis días.
Reviviste  la primavera entre mis caderas. 
Mi cuerpo estallaba de gozo  en tus manos,
las caricias como flores,
mis pechos tibios
 tus  labios pulposos, 
el alma nueva.
A ti,  mi gratitud  por devolver el color  a mis pupilas.
por  crearme  la ilusión de un amor.
La pasión  intensa,
de una mujer por un muchacho.

Tuya por siempre, poeta mío.
En mis tiempos, las chicas de buena familia vivíamos ceñidas al control estricto de la familia.
Eramos mercancía para enriquecer las arcas. Y si, por demás éramos de buen ver, es decir bonitas, los pretendientes se seleccionaban entre los ricos entre los ricos.
O bien,  eran las monjas o bien, los padres quienes apagaban cualquier arresto de rebeldía.
Lamentablemente,  para ellos, mi espíritu rebelde no se doblegó jamás.
Me golpearon, lloré, castigada tras los muros de mi  casa , en verano  , las  vacaciones enteras.  Yo , seguí soñando.
Había leído mucho y fantaseaba con aventuras, tal como una niña.
Y, creo que sigo siendo la misma chica de imaginación desbocaba que sueña ardientemente con la libertad.
Vestir según mi propio gusto,  , andar con quien no tiene dinero sino inteligencia y talento ,   Eso no convenía , pobres  padres míos.
Sin querer , me habían convertido en una rebelde a ultranza. O sería  la sangre  escocesa , que bullía por mis venas.
Y lo sigo siendo  con el paso de los años.
Hubo un tiempo , la sangre  no fluía por las venas de algunas mujeres  . No las  inflamaba, estaban castradas por la educación .
Claro que las  recorría , pero eran  ellas eran tímidas y pálidas. Mediocres piezas de cacería o intercambio.
Incapaces de ir en contra la corriente
Dependían de las murmuraciones.
Eran educadas para casarse vírgenes y puras con un partido igual o mejor en el medio social.
Hasta que  un día aciago , la muchacha  conoce la pasión. Y era , con alguien sin fortuna ni abolengo.
La vida de la familia caía en desgracia. El padre acudía a los métodos de la ciencia , o a la superchería ,
como quien apaga un incendio, rápido y de cuajo.
Debía reparar el honor de la primogénita.
Arrancar el amante  a la muchacha era procurarle el primer gran dolor.  
Ella se convertiría en una rebelde eterna, una contestataria de la hipocresía social.
Una  mujer libre y genuina.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Eran tus ojos ,
intensamente oscuros,
la sonrisa tímida
los que me perdían.
Hacías de mí,
tu sierva, 
un animal lascivo
 clamando
por tus caricias
esquivas, a veces.
Otras  , intensas, 
caprichoso, poeta mío.
Tu sabías bien la forma de  atacar.
De seducirme,
de doblegar mi voluntad
hasta el aullido.
Contraviniendo las normas
te amé,
éramos dos felinos,
desgarrándose,
una pantera  ,
y un carrocho,
 ronroneando,
rugiendo de gozo. 
Eras la ilusión de mi vida.
La alegría intensa,
el dolor y la herida
cruzando mi piel.
día y noche.
noche y día.
La sangre brama ,
claman las voces,
 lágrimas caen sobre el barro,
el mundo guarda  luto.
Se fue un grande .
Uno , que soportó con los dientes cerrados,
los puños apretados la injusticia.
27 años en una mísera celda.
El coraje sostenía esa alma grande,
inmolada por la igualdad entre los hombres.
A unos días de su partida,  mi garganta raspa su nombre.
Gloria a Madiba en el cielo,
que su espíritu indomable nos acompañe siempre.
 Luchemos contra los prejuicios, contra la miseria humana.
Nos legaste un mensaje de amor y valor

Adiós Madiba, tu vida sirvió para hacer del mundo un lugar mejor,
Creer en los seres humanos y  en la esperanza.
Gloria Eterna, al líder , al hombre.
Ningún barrote pudo silenciar tu mensaje de libertad .

domingo, 8 de diciembre de 2013


La pantera camina elástica en círculos.
Actuó por instinto,
 apresurada, no reflexionó,
 los felinos no piensan,
actúan cuando sienten
 el peligro rondando
sus sueños, 
la manada.
sus ojos sin luz,
el alma mordida .
Quien diría amor , quien diría.

La presa cazada resultó ser la pantera.
La trampa, infalible.
Quién diría amor, quién diría.

No hubo otra solución .
 Palpitabas aún en la piel.
Distraías mis labores de cazadora. 
Hube de lanzarte al mar,
a sus profundidades.
Quizás mañana  vuelva arrepentida,
a buscarte en las orillas de todas las playas .

O simplemente rondaré  mi casa
a pasos elásticos, incansable
rugiendo  tu pérdida.
Sepultando tu rostro.
en los pliegues hondos de la  memoria.

Quien diría amor, quién diría.




Antes de arrojar  tu cuerpo al mar,
debes conocer algunas verdades:
Es peligroso ir tras una pantera , 
sin conocer el riesgo.
Amamantan a sus crías, dulcemente,
más si quieres seducir a un ejemplar majestuoso
debes dar la talla.
Confieso , 
te creí una cría y bebiste leche
de mis pechos tibios,
te cubrí del frío,
más  fui presa de la ternura de tus ojos. 
Escaso de mientes, 
la seducción fue breve.
Abusaste de una pantera,
de pasos elásticos, 
sabes bien 
un zarpazo  arranco ojos, brazos.
Te lanzo con toda mi fuerza al fondo del mar.
Adiós, gato, poeta mío.
Arranco de esta piel tu olor,
los besos de  esa boca pulposa
Y grito,  al arrojarte lejos.
Aúllo, adolorida  de perderte por siempre.
Vara en otras playas,  piérdete en los follajes.
No pretendas nunca engañar a una pantera.
Paso a paso , a cuestas un bulto.
Alcanzo el barranco.
Es la hora, rujo al silencio.
El mar es bravo y el dolor debilita pero 
sin más , arrojo el bulto ,
trenzado de lágrimas y noches insomnes.
Es tan pesada mi carga, que temo caer .
No te confíes amor, no te confíes.
Te amé como a un niño frágil,
yo, pantera soberbia  amé a un felino menor.
Caí mansa en tu trampa.
Protegí tus manos, tus huesos finos,
besé las venas de tu piel oscura ,
tus ojos opacos. 
No más.
Te veo a lo lejos , un punto negro entre la espuma .
Te fuiste , ya por siempre.
Arranqué de esta piel madura tus labios pulposos.
La pesadumbre de mi alma.

En otra playa, alguien te encontrará.
Espero ,  el valor te acompañe la próxima vez.

Ganaste la partida,

poeta mío.
Tú ,  niño indefenso,
el que ama los silencios,
y se esconde tras las fábulas,
venciste a la pantera más brava.
Conmoviste mi alma pétrea,
eras frágil como el viento,
misterioso , y dulce.
Felino menor lograste el amor furibundo
de una pantera de piel perfumada.
Como tal, rugí y clamé,
susurré a tu oído,
palabras de amor,
versos encendidos,
Nada fue suficiente
Tus temores  paralizaron,
congelaron emociones  
temías  el ardor de mi pasión.
No diste la talla.
En fin,
ganaste.
Se acabó el juego.
La  lección aprendida:
No ames nunca a un felino menor.
No conocen de arrojo ni valor.
El amor de una pantera es para valientes.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Acepto.
Ganaste la partida.
Nadie tatuó mi piel  con sangre,
como  tú, mi ángel caído.
Después de ti, una opaca soledad trajinará mis días.
Desafiaré a las leyes del tiempo, 
a volver a la fuente  de  la juventud perdida.
Borraré las manchas oscuras bajo mis ojos,
las arrugas marcadas por  viejos amores.
Entonces, seré el sol alumbrando  de tu vida.
El pan que alimente tu soledad.
Conozco tus carencias, tus silencios,
la tristeza tiznada en tu piel.
Ven a mí, una vez más, sin condiciones,
con la verdad en tus palmas,
sin pedir  nada y te daré 
el amor que tus ojos claman,
el cariño de una amiga leal.
Es cuestión de valor.
Atrévete.