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jueves, 26 de diciembre de 2013

Acezante, 
sigo la ruta de tu olor por el desierto.
No importa  si el calor abrasa y 
la transpiración nubla mi mirada,
en cada espejismo te veo.
Corro a abrazarte y es arena pura. 
Creo morir a cada  paso,  
la ansiedad  por hallarte ahoga mi pecho.
Superior al calor, que como brasas  calcina mis pies
es el   deseo por vibrar en tu cuerpo o tú en el mío.
Solo por besarte,  recorreré desiertos y mares.
Al cielo clamo por una señal.

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