No es importante que me ames o no.
Cubriste de polvo de estrellas mis días.
Reviviste la primavera entre mis caderas.
Mi cuerpo estallaba de gozo en tus manos,
las caricias como flores,
mis pechos tibios
tus labios pulposos,
el alma nueva.
A ti, mi gratitud por devolver el color a mis pupilas.
por crearme la ilusión de un amor.
La pasión intensa,
de una mujer por un muchacho.
Tuya por siempre, poeta mío.
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