Soy presa de tu hechizo.
Bebí de tus propios labios,
el néctar dulce,
aquella tarde parda.
que aún llevo en el alma.
Nunca sospeché que
esos ojos de niño tierno,
pudieran esconder el sortilegio de un amor maligno,
preparado en noches de luna nueva.
Cada día es una herida en mi pecho .
Es saberme burlada , yo reina bruja entre las brujas,
mientras tú ríes de mi ingenuidad.
Prepárate , muchachito del demonio,
mi fuego se prende con el viento de tu ausencia.
Calcinaré tu cuerpo, parte por parte,
al final, devoraré tu corazón.
Sabrás de dolor y nostalgia, clamarás por mi presencia a gritos,
rogarás me desenrede de tus sueños,
Enloquecerás de mal de amores.
Castigaré así el atrevimiento de embrujar a
una Hechicera Mayor .
Una vez consumada la tortura,
nos amaremos.
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