He de tornar en ave y volar en torno tuyo.
Acercarme sin revuelo y picar tu pecho.
Inocular lentamente el embrujo dulce de amor,
ese mismo que me diste a beber de tus labios.
Convocaré al viento para arrasar las calles de tierra,
donde viven aquellas mujeres de luto
a quienes pagas por fumar atados de cigarros negros
para atarme a ti.
Ni uno más podrán prender , ciegas de polvo .
Mi furia es la desesperación de no tenerte bajo mis pies,
como solía ser siempre con otros hombres.
Tú, poeta mío, en apariencia, inofensivo tienes pacto con el diablo .
De él recibes la sapiencia, la fuerza para matar de amor.
Yo, provengo de las tierras donde viven miles de demonios negros,
con ellos nado desnuda en la laguna encantada.
Calladita preparo mi venganza,
la piedad no es mi virtud.
Hechicera poderosa soy.
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