Hubo un tiempo no muy lejano,
Eramos familia,
Un grupo unido de personas que se quería.
crecieron, jugaron, compartieron y descubrimos el mundo
al mismo tiempo , bajo la misma tutela.
Cuándo nos apartamos uno del otro?,
La vida nos cambió mucho.
Cuando la volví a encontrar,
sus ojos lanzaban puñales,
tenía la risa fácil , la mirada cruzada.
Mi madre la quería mucho.
No pudo ver cómo la engañaban.
Ella succionó hasta la última gota de sangre de sus venas.
No la dejó descansar ni en su velorio.
La falta de amor, los desengaños,, su pobreza la envilecieron.
Si el marido era jugador compulsivo, ella mentía.
Y conocía el oficio mejor que nadie,
vivir de lástima, contar desgracias inventadas. o verdaderas
le procuraban réditos entre nosotros, culpables de vivir mejor,
Cuánto daño te hicieron, pobre mujer,
tu sangre se derrama aún por las calles.
Pero cruzaste el límite.
Ahora la ley de los hombres te obliga a firmar un documento mensualmente.
Robaste a quien más te dio.
A quien llamabas familia.
Paga tus culpas
No voltearé a mirar tu cara deformada por el odio.
Quiero recordarte risueña,
si alguna vez visitas mi memoria.
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