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jueves, 30 de octubre de 2014

ver La pasion turca pelicula completa en español audio latino castellano

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Aquellas bestiecillas,  sí, las mismas que ocupan mi mente,
han de ser expulsadas cuanto antes.
Ellas dominan mis días, asustan mis noches, mi vida es un horror.
Temo a las calles, a los autos, lloro a gritos al cruzar las pistas.
No vivo bien.
He pensado en pararme de cabeza por horas,
sacudir mi cabeza en esa posición,
trepanar el cerebro en dos.
Prender fuego a mi cabeza, así escapan , huyen despavoridas,
las muy malditas.

Radicales medidas, lo sé.
Libre de ellas reparo mi cerebro, luego.
Los hombrecillos malvados que viven en mi mente
odian la luz intensa.
Morirán ciegos de sol,
 de cielo azul.
 asfixiados de brisa y risas.
El recorrido los moverá tanto , 
quedarán pasmados.
Mi mente libre de sus ataques.

Por unos pocos días , al menos.
Ahogaré como gatos recién  nacidos a los hombrecillos que muerden mi mente.
El dolor cruza mi rostro hace mucho.
No salgo a pasear por miedo al ataque de esos malditos .
Basta ya, lavaré mi cabeza con aguarrás .
Voy a presenciar su caída como pequeños copos.
No molestarán más.

Al menos por unos días.
Hoy parto hacia el sol , la brisa marina rozará mi rostro.
Mi cabellera revuelta por el viento.
Aquellos curarán mis dolencias,
El dolor del alma.
El campo verde, el desierto.
Regresaré colmada de historias y poemas,
Renovada, fresca , sonriente, joven.
Unos hombrecillos malvados viven en mi cabeza.
Muerden mis neuronas con sus dientecillos feroces,
las confunden, crean imágenes ora aterradoras,ora hermosas.
Juegan con mis  neurotransmirsores como bolas de boliche.
Chocan entre sí, como un juego perverso.
Me aplacan el ánimo, aceleran mis ideas, torno desconfiada.
Alucino , es cuando,
salgo corriendo a la calle , huyo hasta sangrar mis pies.
Corro de los enfermeros, de las inyecciones,
Huyo de mi misma.

Me atrapan, siempre, me atrapan.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Y correr  hasta que los pies sangren, se despellejen pero huir de una vida aburrida enmarcada en prejuicios obsoletos, que impiden vivir con la intensidad de las mismas aventuras que emprendí con mi bicicleta siendo una jovencita divorciada , y con dos hijos.

A partir de entonces  conocí la vida desde todos los ángulos hasta convertirme  en la mujer libre y al fin , luego de mucho bregar , caíadas miles de  sufrimiento , raiciones y golpes fisicos
encontré la felicidad en mi tercer o cuarto matrimonio. Cuarto porque mi convivencia con Julián fue bendecida en una iglesia católica por dos curas, que el lunes siguientes colgaban los hábitos.
Descubrí que saltar la vida con garrocha es lo más inteligente, que la audacia y la voluntad así como el coraje me acompañaron siempre. Y bueno, Dios protegió cada acto extravagante o peligroso que se me ocurrió. Ahora puedo amanecer con una sonrisa dedicada a mi esposo cada día.
Y correr  hasta que los pies sangren, se despellejen pero huir de una vida aburrida enmarcada en prejuicios obsoletos, que impiden vivir con la intensidad de las mismas aventuras que emprendí con mi bicicleta siendo una jovencita divorciada , y con dos hijos.

A partir de entonces  conocí la vida desde todos los ángulos hasta convertirme  en la mujer libre y al fin , luego de mucho bregar , caíadas miles de  sufrimiento , raiciones y golpes fisicos
encontré la felicidad en mi tercer o cuarto matrimonio. Cuarto porque mi convivencia con Julián fue bendecida en una iglesia católica por dos curas, que el lunes siguientes colgaban los hábitos.
Descubrí que saltar la vida con garrocha es lo más inteligente, que la audacia y la voluntad así como el coraje me acompañaron siempre. Y bueno, Dios protegió cada acto extravagante o peligroso que se me ocurrió. Ahora puedo amanecer con una sonrisa dedicada a mi esposo cada día.

Muchacha ojos de papel ~ Spinetta

Aquellos paseos en bicicleta curaron las profundas heridas de un matrimonio sin amor, una pasión demoledora y  el repudio de mi medio.
Yo reflexionaba mientras pedaleaba. Sentía una necesidad física , espiritual  de conocer ese mundo oculto, que la familia, el colegio nos tenía vedado
La verdad es que no  aceptaba tanto escarnio contra mi persona. 
La traición de las amigas.
Hube de endurecer el alma y estos paseos me  mostraron parte de aquél mundo , que yo intuía que existía más allá de los distritos elegantes
Yo me convertía cada día  en la aventurera, la intrépida mujer que volteaba su educación hacia los barrios.
Me enseñaron  en casa a callar y a no ver. Y ahora veía aquello y me complacía sobremanera. Y sonreía ,era intensamente feliz.
Qué haría una chica joven recién divorciada en un medio hostil sino  fugarse. Yo salí de mi medio, conocí gente del arte, me enriquecí bebí de su maestría y cariño.

Entonces, sin aquella gente pre juiciosa , en soledad absoluta conocí aquella alegría espontánea, vedada  la gente bien, como se decía antes, a las chicas de clase alta.
Era feliz con la sonrisa de la gente que me veía cruzar avenidas.
 Me convertí en una mujer en pos de belleza, con los ojos encendidos , que destellaban luz.
Aquella que cura sus heridas trastocando el dolor por la belleza es es una privilegiada.
Adiós colegio de niñas ricas, adiós monjas, adiós cobardes.
Quería trazarme un destino, lo lograría a punta de muchas caídas,
pero estoy sana, sabia, intacta. Lista a contar mi historia.
No imaginé jamás que escapar , huir desesperada del dolor y  la soledad, del  destierro impuesto por mis propio mundo,  me abriría un mundo propio, maravilloso, solitario, sin prejuicios.
Apreciaba las calles  quintas y callejones a medida que ganaba pericia. Y solía detenerme en alguna casona para admirarla extasiada. Soñaba con sus habitantes, sus rostros.
Recuerdo un sábado,   con la primera estación  siempre en el Hospital Larco Herrera.Luego las excursiones extramuros  fueron los días de semana  hasta La Victoria, Santa Beatriz. 
No supe que estaba construyendo mi propia personalidad  .
Me complacía visitar el Hospital, la Avenida Brasil con sus palacetes de mármol, el Cementerio con sus estatuas bellísimas.
Nunca más volví a sentir el escarnio de enamorarme de alguien de menos rango social, me sentí libre, libre para caminar, visitar, soñar con aquello que me gustaba . Y obtenerlo sin esperar nada de nadie. 
Aprendí  el coraje de aventurarme a conocer aquellos sitios depreciados por mis incultas amigas.
Nunca más escuché los comentarios hirientes de aquellas amigas. ´pues nunca más frecuenté aquellos salones aburridos.
Solares y conventillos eran lo mío. Y el mar.

martes, 28 de octubre de 2014

Una  canción despierta mis sentidos.
Un tema sobre el fruto de la guayaba,
tan  dulce el tema como la fruta.
No veo la hora de partir.
De escapar de mis propios miedos,
de arrancar la angustia del  cuerpo,
Y danzar, cantar, caminar por una ciudad pequeña,
desconocida, 
 explorar sus veredas y campos verdes.
Y el sol radiante alimentando el alma,
curando mis penas, echándolas al río.

Por unos días volveré a vivir

Fueron tus manos, finas, delicadas manos,
las que me acariciaron por diez años.
Te gustaba jugar con mi cabellera,
yo reía como una niña,
veía por tus ojos celestes,
creía en tus historias,
quería creer.
Era tan feliz.
Tus manos hablaban, tenían vida propia, 
Eran tiernas manos de escritor,músico, manos bellas.
Aquellas  mismas manos, tan amadas
casi me mataban una vez por semana
cuando no llevaba el dinero.
Eran golpes secos, de boxeador. 
Mi rostro, humillado, amoratado.
clamaba piedad.

Nunca escuchaste.
Nadie te amó jamás como te amé yo, adorado desgraciado.
Vagarás por el mundo sin rumbo, sin mi amor.
Ese será tu castigo,
Maldito amado.

¿ Serán tus ojos de caramelo o tu risa de trueno,
los que me enamoran?
No lo sé.
Me vale vivir el resto de mi vida a tu lado.
Viviendo el brillo de la felicidad ,
 iluminando los días oscuros, 
amansando las tormentas feroces
 uno al lado  del otro.
Siempre.
No te culpo, amor, es una idea peregrina exigirte cosas contrarias.
Si te gustan los carros, la  ropa, los viajes caros, es natural.
Si detestas los libros, la poesía, comprendo , amor.
No importa nada.
Tú eres la dulzura de mis mañanas.
El abrazo protector, la sonrisa diaria de mis días oscuros.
La alegría de mi vida.

Aquél aventurero ,del cual ,me enamoré desde niña.
Eras y serás mi héroe siempre, Leoncio.
Y si de pronto,
olvido el pesar, la lágrima fácil
y bailo?
Sería una danza frenética, salvaje
para espantar a los malos espíritus,
que tiznan mi piel hace mucho.
 Las lágrimas se secarían al sol,
mi cuerpo volvería a vivir.
Preparo atareada mis libros y poemas a llevar a la tierra del sol.
Sé que surcaré como un águila poderosa el cielo,
el sol secará las penas,
danzaremos, cantaremos,
como cuando viajamos a Trujillo,
viaje inolvidable , viaje de poetas.
Si de pronto, me levanto de entre los muertos 
bailo una danza frenética,
contra los males de ojo ,
sería libre entonces .

Volvería a ser ave dorada
surcando el firmamento.

lunes, 27 de octubre de 2014

Pocos días más y nos vamos por la senda del sol.
La algarabía de los poetas se unirá a la mía ,
olvidaré por un fin de semana,
la tortura de mi dolencia.
Las penurias del encierro.

No tengo sitio en mi equipaje para la tristeza.
El sol alumbra mi corazón, mi casa entera.
Sus rayos luminosos despiertan mi siesta.
Observo la pátina dorada  desde mi lecho de enferma.
Sonrío dulcemente.
Miro agradecida hacia el cielo.
Es cansancio de vivir lo que me aqueja,
es arrastrar mil  noches , trajinar desde muy niña 
Creo que no guardo ni una lágrima por llorar,
ni un amor por recordar.
Por intensa, mi  vida se me escapa entre los dedos.
La fatiga, el sueño, me anuncian , 
soplan al oído  dolencias mayores. 
Quiero gritar , nadie escucha .
Aullar de dolor, no obtengo respuesta.
Voy en pos del sol a curarme de las penas.
A echar fuera los días oscuros que no permiten 
que escriba.
Y si escribo, es un lamento que nadie , ni yo misma 
quiero leer.
Perdonen si los entristezco , perdonen si mi vida es cómoda
y me quejo.

Resulta que nací con un trastorno que me hiere feroz el alma.
Soy una loca triste que vaga por las calles.
¿ Será  el cielo gris  una sábana blanca, 
 enredada en mi cuello ?
lo aprieta, me asfixia hasta no respirar.
Un bloque de cemento sobre la cabeza.
Una tristeza larga corroe mis  días, 
 horada  de angustia  mi pecho.
Me  paraliza, no hablo, no camino, no río.

Cuándo el azul del cielo,
cuándo la felicidad?

Disculpen amigos, 
hoy no leeré los interesantes artículos
que comparten.
No estoy en mis cabales.

Ansío dormir hasta el jueves.
Entonces renaceré con bríos nuevos.


Por hoy, disculpen.
No sé si saben, que sufro de un trastorno mental severo .
Que los días grises muerden mi piel.
Y lloro los días de llovizna.
La soledad tizna mi cuerpo desde siempre.

A dormir un rato.
Es lo mejor.

Son días como hoy,  cuando no deseo ver a nadie.
Menos hablar.
Escribo sin ganas.
Veremos si más tarde,
el cielo aclara, arde la sangre en mis venas,
escribo poemas. 

Lo dudo, sinceramente.
Solía amar los lunes.
Eran mis días más productivos.
¿ Cómo escribir poemas de amor,
cuando  el cielo gris derrumba mi cuerpo ?
A quién recurrir ?
cuando siento los dientecillos del Horror en mi oído?
Me tiendo en el lecho, tomo un libro,
apenas leo unas páginas.
L me consuela. acaricia mi cabellera

Felizmente,  él entiende de tristezas crónicas,
¿ Qué sería de mí , sin su amor tierno 
sin su calor?
Hace rato el Horror me hubiera devorado.
El es mi escudo, mi consejero,
el amor que todo lo puede.
Es aquél cielo plomo, quien devora mis energías,
me envuelve en su manto y no soy más yo.
No respiro, no como.
 necesito descansar de tanta debilidad.
Ayer cantaba feliz  vestida de cielos, embebida en mar.
Hoy arrastro los pies , olvidé la sonrisa .

Quién robó mi alegría ,y  pintó de gris mis paredes?
Sucumbo al  invierno maligno,  me enferma.
succiona mi sangre. mi alma.
Caigo desplomada de pura tristeza.
Cierro los párpados, apenas puedo abrirlos


Necesito unos pocos rayos de sol.

Maldito invierno, maldito lunes pardo,
caes largo, tedioso sobre mi.
Un cielo plomo sobre mi cabeza,
el corazón palpita a mil.
Debo escribir , mis manos no obedecen.
Quiero escribir, el cansancio se rinde sobre mi espalda.
Contaré historias sobre mis paseos hacia lares prohibidos,
con mi bicicleta ,la  soledad a cuestas.

domingo, 26 de octubre de 2014

Vamos a decirnos la verdad, de una vez por todas.
Tú no me amas.
Acepto.
Mi sentimiento hacia ti es neutro.
No existes, tus frases  hirientes me dan rabia
Nada más.
A veces te extraño, no lo niego.
¿ Será que mi dolencia enfrió mi amor antes de tu arribo?
Llegaste cuando yo no te esperabas.
No es tu culpa.
Te avergüenza mi enfermedad.
No es mi culpa.

Tienes razón.
Cada una en su mundo,
Tú, encorsetada en tus convenciones sociales
Yo, libre, viviendo mi vida como me viente en gana.
Aún te escandalice.

Lo siento mucho.
Añorado muchacho moche dónde estarás.
Los domingos, como hoy, tu recuerdo es un tábano
que hinca mi pecho
Cada encuentro mi cuerpo se cubría de purpurina brillante
Era la pasión que relucía mi piel

Tú, un muchacho moche, yo una mujer.

Nadie nunca  me amó con esa pasión desesperada.



Confiesa, 
de una vez,
tu canallada.
Engañar a una mujer con severos problemas mentales,
es de una mezquindad,
de una miseria de alma,
que entristece.
No escribiré más.
Jamás enunciaré tu nombre.
La vida, sabes?
Da vuelta, , castiga
con látigo en la piel desnuda
de alguien ,
que se hace llamar poeta.
Los poetas somos seres sensibles,
no entiendo tu voracidad por destruir
mi obra, burlarte de una persona enferma.
Te advierto
Un cortejo fúnebre avanza hacia ti.
Hubo un tiempo.
Yo era la gata liberrima, que no conocía de límites ni miedos.
Caía en los techos buscando aventuras, 
peleaba de igual a igual con los gatos por  mi presa.
Ninguna herida que lamentar

Hubo un tiempo
Yo era una potranca sin amo.
Conocí el mar , apareaba cuando me venia en gana.
Subía hasta los picos de los nevados , 
devoraba los frutos salvajes.
Nadie pudo domarme

Cuán libre fui, cómo amaba la caricia del viento en mi rostro.
los días bebía del sol,
 las noches me cubrían las estrellas.
Y por sobre, era todo dueña de mi destino.

Llegará el tiempo de los frutos.
Con el sol madurará la cosecha.
Y seré la gata, la potranca feliz libre como ninguna.
Ayer todo era mustio, opaco,
 hoy tornó en belleza.
Aquél torpe caminar, aquella pátina de tristeza en mi piel
, reluce al sol
Milagro del luz, que pinta de amarillo mis calles ,  alegra mi ser.
Vuelvo a ser la joven libre y ligera de ayer.
Pronto viajaré a la tierra del sol tórrido.
No puedo esperar a vestirme de azul cielo,
reír como hace mucho no río.
Abandonar la oscuridad, su tristeza,
abrazar la clara luz ,el cielo de verano.

Amo el brillo  del sol, las calles pintadas de amarillo,
la luz,  que invade mi casa.
La alegría arriba a mis días,
 la libertad de sentirme sana..
Es el sol, quien enciende mis venas,
pinta  a mis ojos.
Rescata sonrisas .

Y soy un ave surcando poderosa el cielo.
Soy el cielo mismo , azul, inmenso.
Soy feliz , la cabellera al viento.
recorriendo las calles, en pos del mar.

Es  el sol .quien me levanta de entre los muertos.
me hace revivir.

sábado, 25 de octubre de 2014

Descalza, desnuda recorro las noches. 
Vuelo por los tejados , 
me envuelvo en la oscuridad,
para pasear leve por techos y estrellas.
Cuando todos duermen, adivino los sueños 
Escucho ladrar a los perros, a los gatos callejeros.
ellos me conocen.
Es mi plaza la noche, aquella donde reino.

Gobernadora de las noches,
duquesa de la oscuridad.
No  necesito zapatos rojos para atravesar las noches.
Yo recorro la oscuridad desnuda y desarmada.
Así , si encuentro una caballo, lo monto a pelo
y trotamos hasta consumirnos la noche.

Nadie necesita ropa para soñar.
Ellos no me aman.
No tienen que amarme.
Lo acepto.
Sueño con una muñeca para la niña en Navidad.
Sé que será arrojada a los trastos por su madre.
Y es que tienes tantas y una mejor, más linda que la otra.

Enviaré mi regalo a tiempo.
Sofía lo mirará, jugará con mi muñequita pobre
Ella sí me ama.
La guardara entre sus muñecas de lujo.

Me recordará.
Hubo un tiempo
Yo bebía de tus labios 
Hoy huyo de ti, 
de un ser envilecido.

Hubo un tiempo.
Cantábamos las mismas canciones.
Eramos pobres de solemnidad,
 felices.
Nada nos importaba.
Brillaba el amor

¿Qué ocurrió en el camino que  ensució tu alma?
¿ Cuánto dolor te  endureció , 
perdiste la vergüenza ?
Te arrastraron ´por el suelo, lo sé,
y  humillado acudes a mi. 

No seré yo, quien resuelva tu vida .
Bastante te he asistido.
Despierto con una sonrisa en el rostro.
Sueños dulces vuelan como palomas blancas
sobre mi cabeza desde hace días.
Espero con ansias mi encuentro con el sol,
fuente  de mi alegría.
Pronto limpiaré mi alma de Horrores y pánicos.

Al menos, por unos días.

viernes, 24 de octubre de 2014

Un sol pálido pinta mi calle .
Bastan esos rayos de luz para mi ánimo.
Saldremos ahora en pos del pasaje hacia la tierra del sol ardiente.
Seré feliz, muy feliz luego de este invierno de cielos blancos.
Ya era tiempo de salir de la guarida,
hiberno como los osos en invierno.
A Leoncio,

Tú me envuelves en tus brazos,
cuando la angustia muerde mi garganta,
y sus dientecillos hincan furiosos mi cuerpo.
Tú proteges mis días oscuros  con garras de águila 
y  me llevas a volar hacia el infinito lejos del invierno.
Me regalas un cielo azul de fantasía 
aplacas mis miedos, con palabras dulces,
 cuando  no entiendo la vida.
Amansas mis miedos, velas mi sueño inquieto.

Tú me enseñaste la palabra amar con ternura,
y alegría,
Nos bastamos juntos para crear un mundo propio,
solo nuestro. 
Y solemos  romper en cascadas de risas,
 porque tú piensas
lo que yo pienso,
 solo mirarme en tus ojos limpios.

Ven pronto, 
 corramos hacia el malecón.
Escalaremos el pico más alto.
Gritaré, aullare de alegría.
Mi  voz se repicará en las rocas.
Seré libre de penas e ideas 
conjuro del Horror.

Desataré los amarres del maligno,
Gritaré alto muy alto,
Soy libreeeeeeeeee.
Las rocas devolverán bronco mi grito.

La brisa marina me lavará las penas,
la desesperanza.
Seré limpia , nueva , 
lista a afrontar el día con valor.

Ante mi felicidad, el Horror huirá corriendo.
Ven amado, hoy siento ganas de recoger flores.
Flores silvestres de mil colores , armar un gran ramo.
Y regalarlo a mi tía.
Deseo la armonía entre todos. 
Celebrar mi primer día libre del mal.

Hoy siento ganas de recoger flores.
Ven conmigo.
Este amanecer huele a felicidad.
Olor olvidado desde hace tanto.
A incesante actividad,
a calle libre de miedos.
a la derrota del Horror.

Espero amanecer  mañana con una sonrisa.
Largos meses doblegada por el pánico
la sombra del maligno sobre mi,

El día es claro.
Promete sorpresas. 
A creer en la libertad
en mi victoria sobre el mal.
Hace tiempo intento cambiar algunos asuntos,
Ya he iniciado las modificaciones,
Será el sueño del viaje al sol?
será cambiar de pronto de casa, 
de amigos, ?
No lo sé,
 una alegría tenue empieza a recorrer mis venas.

jueves, 23 de octubre de 2014

Hubo un tiempo que deseaba morir.
Me destruía noche a noche por largos años.
Hace tiempo purgué mi condena.
Fui la peor de las madres.
Lo asumo.

Hubo un tiempo que deseaba morir.
La culpa me consumía.
Me mataba, me hacía daño por largos años.
Les pedí perdón de rodillas.

He creado dos seres monstruosos ,
Solo se interesados en mis bienes.
Qué más puedo pedir si no les dí atención?
Confesé hasta el hartazgo  que soy presa de un mal.
El mal me impide ser cuerda, a veces

Mis padres fueron sus  padres,
yo, su hermana mayor.

Ya crecieron, chicos, tienen más de 30 años.
No son víctimas sino de su propio egoísmo.
Sé perfectamente lo que ustedes buscan .
 Olvídense no les entregaré nada.
Ustedes no me aman.
Quieren mis cosas.
En paz, sin ningún grito
Y si me odian.
Redundará el odio.

Yo vivo feliz escribiendo poesía,
rodeada de gente que me quiere.
A ustedes no les reprocho nada.

Fui la peor de las  madres.
Lo asumo.
Ya dejé de culparme por ello.
Expié mis culpas con sangre.
Adiós.
Leves rayos amarillos inundan mi sala.
El sol es vida, esperanza, renovación,  ilusiones nuevas.
¿ Ay, Señor, por qué nací en una ciudad gris ,
de cielo triste y plomo ?
A los primeros rayos de sol, la vida brilla,
, rescato  las ilusiones guardadas en el invierno,
los colores en mi rostro.
Yo, bailo, canto, río.
Bendita enfermedad la mía,
que crea espejismos así como dolor intenso en el alma.
Convivo con mi mal, lo describo en mis poemas.
Es mi inspiración, muchas veces.

Ustedes lo saben.
Yo viví mi propia pasión turca.
Fue moche, en verdad
Dependía de  su piel, su olor a caña dulce.
Las noches en vela clamando por su amor.
Ese joven sí me sacó de mis casillas.
No sé si lo amé.
amé su cuerpo moreno,
la anchura de su pecho me volvía loca.
Aún. lo recuerdo.

Era él tan joven, yo una mujer.

¿ Serán mis ojos pálidos pozos,
mi sonrisa mecánica, atroz
el reflejo de mi alma apagada?

Espero con ansias el sol, el viaje,
cielos azules me vestirán,
volveré a ser aquella .
que despertaba pasiones,
y ardía por algún poeta.

Estoy segura que volveré a resplandecer.
Mi cabellera al viento, mi risa de cascada.
Retornaré por mis pasos.
Estoy segura.
Sé que ellos no me aman.
Sé que soy solo una fuente de bienes.
Está bien.
No puedo pedir más.
Acepto mis culpas.
Viviré sin ellos ,
porque no quieren una  madre loca.

Ellos se lo pierden.
Camino aturdida, como si un mazo me golpeara la cabeza.
Debo continuar, no cejar en el intento de vivir
Esperan días mejores, lo intuyo.
Un viaje
A luchar, no me rendiré.
Por hoy , daré batalla.
Mañana respiraré profundo,
amansaré el miedo,
 que muerde mi cuerpo.

Viva, debo vivir como a mi me gusta.
Recordar la intensidad de mis emociones.
No seré  más el ente que camina sin rumbo,
la mujer de ojos asustados y alma gastada.

El aguijón hinca mi pecho antes del alba.
Me dicta ideas de muerte.
A duras penas, me levanto,
salgo , camino, tomo aire,
 poco a poco,  el dolor amengua.
Las ideas macabras vuelan lejos.

Sé que no debo cantar victoria.
Mañana retornará el tábano en mi pecho.
Eras la ilusión de recoger flores y caminar juntos.
Devorar las calles como  cuando éramos jóvenes y ligeros.
Los años te envilecieron.
Nada quiero de ti.
Una vez más, los espejismos tomaron mi mente,
la confundieron, 
a tiempo reaccioné.

No permití que tú ensuciaras mi frágil realidad.
No soy capaz de declarar nada pues pronto las musas 
me tomarán para sí, y solo cometeré poesía.
Como un fin en sí misma,
para desgarrarme en lágrimas en cada poema
o exultantes, eufóricos textos.
No sé cómo serán mis próximos poemas.
Doblo mi cuerpo, 
retiro la piel que cubre mis huesos.
Me guardo en un baúl.
Si yo sintiera lástima por mi tormento,
hace rato hubiera muerto.
Aprovecho las ilusiones para arder en poemas de amor.
Las tristezas para crear tragedias breves.

Crear  salva de la locura.
Derramo en las páginas cada idea peregrina,
cada alegría exultante , que si no volcara en poesía,
sino exorcizara escribiendo,
hace tiempo ya , 
el mal me hubiera tomado para sí.

Crear, escribir, es mi manera de luchar.
Bendita sea la poesía, la creación toda .
que permite que me exprese
aullando por la boca, riendo a gritos,
en cascadas de risas,
en poemas  alucinados.
Qué idea la mía, imaginar que aquél poeta moriría de amor por mi,
Al poeta lo he visto una vez en la vida.
Casi no me recuerda.
Es un maldito espejismo creado por mi mente traviesa.
Olvida Patricia, olvida. 
Tus ilusiones son alucinaciones que creas.
Es la mente que te juega mal.
Traiciona, desgarra, piensas en morir.

Morir ,tan próximo un viaje al sol.
Todo está en tu cabeza, escribe eso mil veces.
Son espejismos antes del oasis.
La mente miente, engaña, seduce, mata.
Repítelo mil veces.
No existen esas ideas macabras de morir,
o vagar sin rumbo hasta el sitio de los gitanos.

Tus ideas delirantes son aire.
 que en la cabeza se convierten en verdades.
Las realidades las inventas tú,
maldito cerebro el mío,
que tanto me atormenta como me ilusiona.
No  me rendiré jamás.
Así ellos me echen de lado,
o rían a mis espaldas,
continuaré viviendo mi locura ,
no queda otra solución.
 Feliz  pues  así como atormenta ,
 escribo  poemas desesperados,
descomunales o simples bodrios.

Solo yo conozco el aroma del inicio del mal.
Es un trozo de lata raspando  la garganta.
El incendio luminoso en la oscuridad.
Es hablar  sin cesar, o enmudecer.
Aullar por el fuego en la pantalla de mi computadora.
Un fuego que solo yo puedo ver.
Ladridos de perros en mi oreja.

 Me llevan a descansar.
Un descanso inquieto ,resaca de lo vivido.
Y hago amigos.
Creo que es el mejor lugar para estar convivir
con gente similar a mi.

Es la mismísima verdad.  

No sé si será una alucinación propia de  mi mal.
Tampoco lo se a ciencia cierta.
Lo  concreto es que ayer regresé cubierta de sangre.

Ríos de sangre inundaron mi casa, mis manos.
Cada poro de mi piel.
No pude escribir.
Sé que la gente murmura , 
sé que algunos me temen.
Otros, me desprecian.
No me interesa.
Camino erguida exhibiendo orgullosa mi piel tiznada de locura.
Yo lucho , pataleo, no me rindo. 

Ellos no luchan ni conocen el incendio de la aurora,
el infierno de mis mañanas.
No se atreven siquiera a gritar desde el pico del barranco.
Ellos son mesurados, racionales, 
Aburridos, sumamente aburridos.
Cada día antes del alba, desciendo a los infiernos.
Se abre la tierra, el azufre obnubila mis sentidos.
A duras penas, escapo de las garras del maligno,
de  los lamentos de los condenados.
 Escalo por un túnel ,  las manos llagadas, hasta mi casa
Mi esposo duerme plácido, él no sabe de mi dolor.
Regreso  con el  pecho  colmado de lágrimas, 
la piel tiznada de horror. 
.
Tomo la medicación, 
Es en vano, nada merma el pánico.
Camino con los ojos asustados.

Nadie creería que vuelvo de los infiernos.
Mis  días pasan como arena entre los dedos.
Sin sentir , sin tocar, sin vivir plenamente
Cada amanecer lucho contra mi propia muerte.
Sería lo mejor morir de mano propia, de un tajo
que morir de a pocos, día a día.
Quiero dormir una semana entera.
Una forma suave de morir.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Mis manos heridas  sangran.
Una lluvia torrencial por cada poro.
Manchan rojo cada metro de mi casa
El susto de caer al suelo,
cortarme las manos con el vidrio
 alas de ave sin levantar vuelo.
Duermo el día entero.
Atrapada bajo un cielo gris,
lucho, empujo con las piernas.
No logro ponerme en pie.
Es un bloque pesado sobre mi cabeza
Apretujada, castigada .
por un dolor antiguo,
lloro sangre.
Tanto he soñado, tanto crea mi mente,
que olvido distinguir   lo real de la fantasía.
Por ello camino por las calles
llorando un rato, riendo otro. 

martes, 21 de octubre de 2014

Ay,  estos espejismos de  mi mente .
Juegan, torturan,
Me hacen ilusionar con alguien que no me conoce,
sufro por ideas que mi mente crea.
Y me asusto , me aterro por lo que no existe.
Nadie comprendería mi pesar.
Nadie.
Solo mi cabeza loca es capaz de idear, creer , soñar, 
lo que desea y lo toma como concreto.
Cuando la imaginación choca contra los muros de la realidad ,
me repliego en mí misma , desencantada  por algo que existió 
solo en mi mente.

Así soy yo,
nada es cómo yo  imagino.
Mi realidad  resulta  pálida, incolora, sin el sabor que imprimen los sueños.

Ay cabecita loca, me  decían de chica,
Algún día , tu cabeza te jugará malas pasadas.
Y sí, aquí estoy yo  rumiando por una ilusión,
que nunca fue sino un deseo.
Solía correr veloz por el malecón , 
escalar el barranco ,
aullar como La Maga,
para escuchar mi voz
en el eco profundo de las rocas.

Hoy camino asustada ,
envuelta en tinieblas,
escondida de las miradas de los demás,
¿ Dónde perdí mi vigor, mi alegría de vivir.?

De   acuerdo. es  mi mal,
el cielo gris aplaca mis energías.
Espero con ardor al sol para volver  a ser como
verdaderamente soy.
Audaz, alegre e intrépida.

Solo es un sueño leve,
una esperanza fugaz
a la que me aferro.
En qué momento pierdo la razón ?
muy a menudo.
Se inicia con el hincón en el pecho,
arrastro triste los pies.
Imagino , creo ideas que al confrontar
con la realidad,
lloro sangre.

Es por ello que evito amigos mansos
( esos son los peores )
Solo me siento a gusto con aquellos que comparten
mi mal.
Este poema es para ti, Feliciano.
Vago sin saber qué hacer desde tu enfermedad

Vuelve pronto a enseñarnos la ternura,
 huérfana, perdida sin tu presencia.
Una capa de seda envuelve mi cuerpo,
son 500 huesos,
un torrente salvaje de sangre,
más en el pecho guardo una llaga.
En secreto.

La llaga atraviesa la capa de seda,
por los poros brota sal , 
brota sangre,
descoyunta mis huesos,
debilita los 300 músculos
que conforman mi cuerpo.

Cuándo , dime , cuándo
arrancaré de cuajo  la púa,
que origina la llaga,
pronto brotará todo mi cuerpo.
pronto robará mi alegría,
mis amigos .mis poemas
No seré más. 

Armada de un punzón retiraré la púa.
Es inútil.
La púa me pertenece ,
es el origen, la causa de todo mal.
Nací con ella, moriré con ella.
Duele más cuando el cielo es gris,
aturde con el calor del verano.
Y si pronto la llaga se desprende de mi ,
y libre de ella, bailo , celebro, canto ?
Festejaría en  una gran fiesta pues
 volvería la alegría a mis ojos,
la sonrisa y mi risa ,  maretazo de semana santa.
Catarata de sonidos jubilosos se escucharían lejos, muy lejos
hasta donde tú puedas escucharlos ,
sumarte a la felicidad recobrada.
Me armé de valor ,  traté en vano de arrancar el aguijón de mi pecho.
Es un pedazo de vidrio, o  el aguijón envenenado de una abeja,
no lo sé. 
Hiere , se hace uno con mi carne.
Duele la piel del pecho, 
el alma, todo mi ser es una llaga. 
Grito, aúllo nadie escucha.
Los médicos no encuentran el motivo de mi dolor.
La llaga avanza, .
Pronto brotará por los poros y pliegues de mi piel.
Seré la mujer de la llaga oscura.
Los niños se asustarán, 
los mayores rehuirán mi presencia.

Ofreceré mi cuerpo llagado a un circo.

Quizás,  entre otros seres deformes me sentiré mejor.
Algunos días arrastro los pies como en una procesión maligna.
Mis alas de cristal,  de mariposa  rotas.
Recurro entonces al amor de Leoncio.
Lo abrazo dormido, siento su calor,
me devuelve la vida.
La  alegría nos  es esquiva por estos tiempos.
El sufre, yo a su lado, sufro también.

Me preocupa contagiar más penas a sus penas.
En secreto, curo las heridas del aguijón 
que muerde mi alma sin piedad.
Sangro como un manantial,
disimulo con trapos.

Así pasan nuestros días de  dolientes seres.
Aguantamos las pesadas cruces de espinas de cada uno.
Nos miramos a los ojos,
nos tomamos de las manos.

Juntos , somos uno contra los males.
Soy la mujer de pasos enérgicos , juventud eterna.
Aquella que desafía las alturas de los barrancos. 
No te confundas, mi amor , no te confundas.
Mi cuerpo es de cristal, la piel  de seda cruda.
A una mirada atravesada, 
a una palabra mal intencionada,
un aguijón muerde el nervio más sensible del alma.
Aúllo al silencio, ladro de dolor.
Rescato  una sonrisa del cajón , 
camino como si nada.

Tapo el hueco de mil heridas con un trapo.

Así no sangro, así nadie conoce mi pena.

No te confundas, mi amor, no te confundas.
Yo solía ser alegre, el alma de las fiestas.
La  púa , que brotó me hinca el alma día a día
brotan menudas gotas de sangre,
ensucia mi ropa.
soy un charco de sangre que camina , compra,
escribe  entre coágulos.
Nadie ve mi ropa sucia, nadie sabe de mi alma rota,

Limpio el charco de sangre , continúo adolorida mi día.
Olvidé vivir, azuzada por el Horror.
Este maligno me apresa el cuerpo,
la maraña de venas, las roe, las desordena,
altera mis nervios, me paraliza y rompo a llorar.
Despierto , una púa me traspasa el alma,
Me esfuerzo en cumplir mis rituales diarios.
No sé cuánto tiempo más,
resistiré

lunes, 20 de octubre de 2014

Desvalida, aturdida contemplo una verdad
que mi mente elaboró distinta.
Ni el sol me anima, ni quiero saber más de nadie.
Quiero llorar a gritos, herida.
Como una asceta me guardaré en una cueva,
donde ningún dardo envenenado me alcance.
Solo  una cabeza aturdida y febril como la mía,
podría elaborar ideas tan ridículas,
tan  jaladas de los pelos,
y sentirme humillada   por mi tonta audacia.
Yo supongo, yo creo , 
entonces es una verdad grande.
como una iglesia
Inamovible.
Mi mente crea, yo confundo la realidad
Choco con ella como contra un camión
Y quedo reducida a trizas.

Bueno,  cuento mil equivocaciones .
A la número un millón , mi mente retendrá.

Adoraría sentir la pasión mortal de aquella mujer,
perder los escrúpulos.
Sucede que amo a mi esposo, 
y puedo pero no me gusta ser desleal.

Ya caminé mucho por  calles de infieles
y grité nombres hasta el paroxismo.

Mimo la paz, el amor tranquilo de mi marido.

Los sueños , mis libros compensan  mi  vida apacible.
Aturdida, tambaleante me sorprende el sol.
La luz intensa debería  encender  mis sentidos,
 estoy anulada,  incapaz de ser , tomar decisiones.
Es la secuela de mis enfermedades
Cuento una, dos, tres  dolencias cayeron como chubascos
sobre mi cuerpo frágil.en pocos meses
Cuento en ellos :  un hombre, que no cumple,
 mi dulce editor enfermo.

Huérfana y sin rumbo , vago con mi ropa de enferma
para espanto de los otros.
Nunca me importó la opinión ajena.

Espero vencer  mi cuerpo débil.
Aguardo llegar intacta al viaje.
La soledad habitaba mi casa . El silencio acusador de mis padres. Nunca estuvieron de acuerdo con mi divorcio. Era casi una niña y me auguraban un final espantoso.
Yo era aquella sobre quien todos murmuran.
Por ello, me alejaba de la tristeza y me iba a montar bicicleta.
Si ellos supieran la felicidad que  sentía de sentirme libre , no tendrían tan  mala cara o sí.
Mis descubrimientos en los barrios menos pensados los atesoraba pues con nadie podía conversar sobre ellos.
Una tarde terminé en un distrito precioso, de casas soberbias pero algo venidas a menos.
Era Santa Beatriz, su encanto de construcciones antiguas , hermosas y un halo de misterio nos envolvían, luego de extasiarme en la contemplación alcancé a ver La Victoria y como no, Matute,
donde viven hasta hoy mis amigos músicos, el Gallo, Piero, Algarabía pura.

domingo, 19 de octubre de 2014

Eran los fines de semana, cuando sentía el punzón de la soledad en el pecho.  Salía con prisa a olvidar  las penas pedaleando  . Calle a calle sentía que la  desazón volaba con la velocidad de mis pedaleos.
La brisa del viento eran las caricias que necesitaba para montar embalada hacia donde la inspiración me guiara. Y eran siempre los callejones, las quintas ocultas.
Me causaban una curiosidad saber quienes las  habitaban .
A veces, rondaba el mercado de Magdalena y veía en lo alto una especie de cuartitos pequeños pintados de azul.
imaginaba que tiempo después sería amiga de uno de los habitantes de ese lugar alto, humilde pero lindo con ese azul que yo amaba. Me recordaba a la felicidad.
Aún no había conocido profundamente la felicidad. Solo un ramalazo de ella, que terminó con mi matrimonio y me condenó a una soledad que en realidad era la libertad que siempre amé y me fue esquiva. 
Entonces no sentía la atracción  del abismo.
En épocas pasadas era libre parea conquistar mis barrios alejados, mis casonas olvidadas,
San Miguel tenía  una cantinita donde una vez bebimos con un novio detestable.
Vuelvo, ya no bebo pero me gusta recordar aquellos tiempos de locura y desenfreno.
Creo que con  el divorcio explosionó en mí una locura apasionada por conocer lo prohibido.
Era como  aquellos niños que no han comido en mucho tiempo, y devoran luego todo lo que pueden llevarse a la boca y se enferman.
Así era yo, loca por  saber aquello que mis padres no me contaron ni la universidad me enseñó.

Quería beber la vida intensamente, devorar el mundo,
admirar aquello que nunca permitieron que contemplara.
En aquella época solitaria, pedaleaba con pasión para llegar pronto a mis tesoros. Casonas, quintas escondidas ,de arquitectura afrancesada. Nunca supe quien vivía y si alguna vez pregunté,
supe que los habitantes de aquellas casas eran inquilinos mal encarados que les daba igual vivir en una quinta. Quizás ellos soñaban con habitar mi distrito de ricos aburridos.
Contemplaba las casonas y quintas, las incorporaba en mi mente , las inscribía en mi corazón como propias.  Continuaba infatigable el pedaleo, la búsqueda  hasta la casa que me hablara de tiempos felices , de otras vidas.
Cuántos tesoros escondidos encontré en las calles olvidadas, maltratadas.
Sigo amando esos barrios , y cuando puedo camino y me detengo en la misma casa donde se inició la pasión por descubrir la belleza.
Recuerdos mis paseos solitarios, alejados de mi casa.
Con mi bicicleta olvidaba los días de soledad, cuando mi divorcio- EL escándalo que marginó mi vida de la vida de mis amigas. 
En realidad me hicieron un favor.
Detestaba la frivolidad de sus fiestas , el trago,  los amores de una noche. Los jóvenes de buena familia que veían en mi la presa fácil solo porque tomé la decisión de no seguir muriendo en vida.
Conquisté mi libertad con mi bicicleta.
Recorría fascinada las calles, los recovecos de Magdalena, pero mi favorito era San  Miguel.
Sus casonas señoriales, era tal mi pasión por su arquitectura que iba expresamente a visitar una en especial. Una casona de estilo inglés.
Poco a poco fui ganado en audacia y solía pasear por la Avenida Brasil y descubrir verdaderas joyas.
Quintas de principio de siglo, 
No cabía en mí de la alegría de descubrir esos tesoros secretos,
solo para sus habitantes y mi disfrute.



Mi  cuerpo expulsa  los bichos a cuenta gotas,
como si convivir con ellos fuera normal.
Tendida en el lecho, cierro lo ojos, recuerdo.
Aquellos días encendidos de pasión, amor.
¿Volverán a ser dueños de mi piel?
¿ A poseerme, a  arrancarme la piel de un tirón?
Te recuerdo, ingrato amigo virtual
Te sueño, aún no debiera,
pero la pasión me gobierna,
aplaca a la razón.
Y no guardo rencores.
Así soy yo, grata con quien me dio felicidad.