Los asientos de los vagones son de cuero antiguo, azules y desde allí espío el ir y venir de Mirtha.
Su actividad es incesante. Me avergüenza estar aquí replegado, adolorido de un quehacer nuevo para mi. Ella lleva a su hijita en un brazo, el balde con agua en otro y dicta órdenes a sus hermanos . No conoce el descanso. Debe tener unos diecisiete años o menos. Ella tan avispada , tan dueña de si, ¿ quién fue el imbécil que la enamoró y la engañó ? No conozco aún los usos y costumbres de los poblados, pero sí veo que son las mujeres quienes llevan la batuta.
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miércoles, 31 de agosto de 2016
Vuelvo a ocupar los mullidos asientos de los vagones del tren, que franquea nuestro poblado hasta que termine de techar mi casa. Hermoso e imponente se yergue contra el tiempo y el olvido.
¿ Cuantos lugares recorridos, a qué altura asombrosa?
Los antiguos ingenieros eran verdaderos titanes así como sus obreros ferroviarios. Nadie los recuerda, nadie los menciona.
Aquí descanso luego de mi dura jornada por los pantanos y desde la ventana diviso a Mirtha ,mi vecina, la hija de doña Carmen. Mirtha es una muchacha que me gustaría conocer mejor, salir con ella por los alrededores, jugar con su hijita, no sé. Ella me gusta pero creo que me ve como un pituquito inútil, sin ningún interés.
¿ Cuantos lugares recorridos, a qué altura asombrosa?
Los antiguos ingenieros eran verdaderos titanes así como sus obreros ferroviarios. Nadie los recuerda, nadie los menciona.
Aquí descanso luego de mi dura jornada por los pantanos y desde la ventana diviso a Mirtha ,mi vecina, la hija de doña Carmen. Mirtha es una muchacha que me gustaría conocer mejor, salir con ella por los alrededores, jugar con su hijita, no sé. Ella me gusta pero creo que me ve como un pituquito inútil, sin ningún interés.
Vuelvo por mis lares perdidos a extraviarme de la realidad.
Ingreso a un túnel de árboles ,que desemboca en otro asentamiento clandestino. Amo descubrir otros seres humanos sonriendo entre el polvo y la carencia.
Gente como la mía, huye del desempleo, de la policía y sobrevive en chacras abandonadas
a las afueras de Lima. Viven del reciclaje, la venta de la fruta semi malograda de las huertas cercanas y uno que otro hurto menor.
Ingreso a un túnel de árboles ,que desemboca en otro asentamiento clandestino. Amo descubrir otros seres humanos sonriendo entre el polvo y la carencia.
Gente como la mía, huye del desempleo, de la policía y sobrevive en chacras abandonadas
a las afueras de Lima. Viven del reciclaje, la venta de la fruta semi malograda de las huertas cercanas y uno que otro hurto menor.
Hace mucho no conozco una chica que no sea una compañera de la universidad. Y como mi asistencia es casi nula, no me relaciono si no con mis vecinas todas madres a muy tierna edad.
Algunas de ellas son muy bonitas y están solas. El marido las dejó, o ellas los botaron por borrachos.
Confieso que me intimidan. Son tan seguras , trabajan, cuidan a sus chiquillos, cocinan .
Yo apenas he vencido un pantano y me he ido de mi casa , donde las mujeres son muy distintas. Ellas esperan al novio, van a la universidad , la vida es fácil , cómoda y se divierten como prioridad.
Algunas de ellas son muy bonitas y están solas. El marido las dejó, o ellas los botaron por borrachos.
Confieso que me intimidan. Son tan seguras , trabajan, cuidan a sus chiquillos, cocinan .
Yo apenas he vencido un pantano y me he ido de mi casa , donde las mujeres son muy distintas. Ellas esperan al novio, van a la universidad , la vida es fácil , cómoda y se divierten como prioridad.
El aire rancio de los desperdicios ha cerrado mi garganta. Apenas respiro.
Arrastrando los pies llego al portón de la primera fábrica de materiales.
En los alrededores , sobre el polvo, casi invisibles las planchas que serán mi salvación a partir de hoy.
Mirando a todos lados , como si cometiera un delito tomo las planchas que me quepan en mi morral
y voy directo a mi choza. Debo cruzar el pantano, sórdido lugar que ya vencí una vez y habré vencido.
Arrastrando los pies llego al portón de la primera fábrica de materiales.
En los alrededores , sobre el polvo, casi invisibles las planchas que serán mi salvación a partir de hoy.
Mirando a todos lados , como si cometiera un delito tomo las planchas que me quepan en mi morral
y voy directo a mi choza. Debo cruzar el pantano, sórdido lugar que ya vencí una vez y habré vencido.
Contra todos mis temores, llego por fin a la desembocadura del río en la playa.
Es un vertedero de desperdicios, donde se disputan alimentos descompuestos, todos los desechos de la ciudad , cerdos inmensos, bravos que asustan desde lejos con sus gruñidos.
Enfrentar esa batalla sería un suicidio y no he podido ver cartones ni eternit.
Humillado por mi soberbia, mi falta de experiencia dirijo mis pasos hacia alguna fábrica de materiales de construcción. O preguntaré a algunos de mis vecinos, duchos en estas lides. Ni una noche más a la intemperie.
Es un vertedero de desperdicios, donde se disputan alimentos descompuestos, todos los desechos de la ciudad , cerdos inmensos, bravos que asustan desde lejos con sus gruñidos.
Enfrentar esa batalla sería un suicidio y no he podido ver cartones ni eternit.
Humillado por mi soberbia, mi falta de experiencia dirijo mis pasos hacia alguna fábrica de materiales de construcción. O preguntaré a algunos de mis vecinos, duchos en estas lides. Ni una noche más a la intemperie.
martes, 30 de agosto de 2016
Una llovizna fina ha caído sin cesar durante toda la noche.
Ha humedecido nuestras viviendas hechas de cartones y eternit.
Hoy tenemos la tarea de reconstruir y en el mejor de los casos, obtener cartones nuevos de cajas desechadas de las fábricas de leche.
Compañeros nuestros experimentados no pierden la calma. Organizan grupos a las fábricas , que no está tan lejos cruzando el río y los humedales y las señoras prepararán una olla común para que nadie se quede con hambre.
Ha humedecido nuestras viviendas hechas de cartones y eternit.
Hoy tenemos la tarea de reconstruir y en el mejor de los casos, obtener cartones nuevos de cajas desechadas de las fábricas de leche.
Compañeros nuestros experimentados no pierden la calma. Organizan grupos a las fábricas , que no está tan lejos cruzando el río y los humedales y las señoras prepararán una olla común para que nadie se quede con hambre.
lunes, 29 de agosto de 2016
domingo, 28 de agosto de 2016
El jazmín, la buganvilia y el galán de noche son plantas que me remiten al recuerdo de mi madre.
Ella conocía el secreto de la fragancia de cada flor , de cada árbol que despertaban su furia en estampida de fragancias en verano.
Mi ventana y la de mi madre eran acariciadas por esos elixires mágicos cada noche.
Entonces , yo la buscaba y ella paciente me introducía en el mundo de los perfumes.
Por ello, ahora en mi poblado sin techo, duermo feliz entregado a los olores de las plantas.
Ella conocía el secreto de la fragancia de cada flor , de cada árbol que despertaban su furia en estampida de fragancias en verano.
Mi ventana y la de mi madre eran acariciadas por esos elixires mágicos cada noche.
Entonces , yo la buscaba y ella paciente me introducía en el mundo de los perfumes.
Por ello, ahora en mi poblado sin techo, duermo feliz entregado a los olores de las plantas.
Por las noches, me duermo agotado bajo el embrujo de la fragancia del jazmín , que crece muy cerca. Al parecer, este terreno debió ser una chacra , una hacienda próspera que con la llegada de la modernidad, la construcción del aeropuerto se vino a menos. Aún conserva matas de plantas de olores deliciosos y colores que debieron ser adornos de la casa como la buganvilia.
Los vecinos tienen todos una mata de esta hermosa planta de variados colores y alguno la está haciendo crecer como planta trepadora, que es su verdadera esencia.
Los vecinos tienen todos una mata de esta hermosa planta de variados colores y alguno la está haciendo crecer como planta trepadora, que es su verdadera esencia.
Es el camino de barro disimulado por altas yerbas lo que nos mantiene ocultos del mundo.
Vivimos parapetados por los vagones hermosos de un tren fuera de circulación , al final de un río
que muere a metros del mar.
Las filtraciones nos regala una charca de agua, que es una fiesta los días de sol.
Somos pobres entre los pobres. Nos dedicamos a reciclar los desechos de las fábricas y esos mismos desechos comestibles son nuestro alimento. Muchos de nosotros tenemos un pasado político complicado , por lo que nuestro aislamiento nos aleja de la policía. Al menos, por un tiempo.
Vivimos parapetados por los vagones hermosos de un tren fuera de circulación , al final de un río
que muere a metros del mar.
Las filtraciones nos regala una charca de agua, que es una fiesta los días de sol.
Somos pobres entre los pobres. Nos dedicamos a reciclar los desechos de las fábricas y esos mismos desechos comestibles son nuestro alimento. Muchos de nosotros tenemos un pasado político complicado , por lo que nuestro aislamiento nos aleja de la policía. Al menos, por un tiempo.
Vuelvo con los pies cansados a mi nuevo hogar, entre mi gente desempleada y hambrienta como yo.
Es domingo y visité a unos amigos de la universidad para animarlos a apoyar un proyecto en reciclaje. No desperté el menor interés. Ellos estaban ocupados en seleccionar camionetas para excursiones a las playas. . Ellos solían ser solidarios y sensibles con cuanta causa social se planteara. En fin, todos tenemos derecho de cambiar.
Es domingo y visité a unos amigos de la universidad para animarlos a apoyar un proyecto en reciclaje. No desperté el menor interés. Ellos estaban ocupados en seleccionar camionetas para excursiones a las playas. . Ellos solían ser solidarios y sensibles con cuanta causa social se planteara. En fin, todos tenemos derecho de cambiar.
sábado, 27 de agosto de 2016
Entra de costado, que nadie te vea, sigue así , camuflada entre las plantas, observa la escena de los novios, contempla el beso, arroja el arroz, cuida las plantas que te cubren, camina recta hacia la puerta, luego voltea y vuelve a caminar ladeada, traspasa la puerta de salida. Ya puedes huir. Corre, muy rápido que nadie vea las lágrimas empañando tus ojos.
Despierta, ponte en pie, la lucha recién se inicia en tu alma.
Avanza hasta el barranco, empina tu cuerpo, trepa con tus manos,
arañadas, heridas prosigue la escalada. Pasa de una roca hacia otra más alta.
Así alcanzarás el pico. Desde las alturas fenomenales, contemplarás la belleza del océano.
Aquél que tú puedes conquistar, solo con tu esfuerzo.
Avanza hasta el barranco, empina tu cuerpo, trepa con tus manos,
arañadas, heridas prosigue la escalada. Pasa de una roca hacia otra más alta.
Así alcanzarás el pico. Desde las alturas fenomenales, contemplarás la belleza del océano.
Aquél que tú puedes conquistar, solo con tu esfuerzo.
Vivir , morir entre la arena ardiente del desierto es mejor a buscar denodada un oasis , que no he de hallar.
Promesas, que no son sino granos de arena , que el viento lleva a su antojo.
Tú eres como todos los demás.
Ni amigo, ni santo, tan solo uno de tantos.
Pobre de mi ,que creí ciegamente en tu valor.
Promesas, que no son sino granos de arena , que el viento lleva a su antojo.
Tú eres como todos los demás.
Ni amigo, ni santo, tan solo uno de tantos.
Pobre de mi ,que creí ciegamente en tu valor.
viernes, 26 de agosto de 2016
Somos gente que vive de recoger desechos. Somos nosotros mismos, aquellos que no se adaptan a la sociedad y se apartan. Algunos fuimos obreros con vasta formación política y sindical. Ese fue el motivo de despido. En los 90 no encontramos puesto y no nos quedó otra salida que buscar en las salidas de las fábricas los materiales para revender y la comida para llevar a casa.
Ese es un caso. Yo trabajo con uno de ellos. Existen compañeros que dejaron la universidad por persecución política o por falta de medios. Los noventa fueron años cruentos para los más pobres . Los estudiantes que llegaban de la sierra era siempre sujeto de sospecha y seguimiento de la policía y debían cambiar de vivienda. Los padres campesinos eran acribillados bien por sendero bien por los militares y llegaban hordas de viudas y niños con los ojos gastados de llorar a buscar al hijo o a la hija, quien se convertía en
el proveedor de un día para otro. De niño a hombre, cabeza de un hogar dinamitado, de niños mudos por el horror y las pesadillas.
Ese es un caso. Yo trabajo con uno de ellos. Existen compañeros que dejaron la universidad por persecución política o por falta de medios. Los noventa fueron años cruentos para los más pobres . Los estudiantes que llegaban de la sierra era siempre sujeto de sospecha y seguimiento de la policía y debían cambiar de vivienda. Los padres campesinos eran acribillados bien por sendero bien por los militares y llegaban hordas de viudas y niños con los ojos gastados de llorar a buscar al hijo o a la hija, quien se convertía en
el proveedor de un día para otro. De niño a hombre, cabeza de un hogar dinamitado, de niños mudos por el horror y las pesadillas.
Añoro la fragancia de la leña húmeda, el cielo oscuro de techo en las noches, los maizales que nos hacían invisibles,
marginales para la sociedad. Cargar las piedras, halar la carreta y recoger los desechos. Deserté unos días para ir en pos de descubrimientos solitarios pero vuelvo al hogar de casas de cartón y calamina. Vuelvo con mi gente, que ya me abraza.
marginales para la sociedad. Cargar las piedras, halar la carreta y recoger los desechos. Deserté unos días para ir en pos de descubrimientos solitarios pero vuelvo al hogar de casas de cartón y calamina. Vuelvo con mi gente, que ya me abraza.
Mis piernas son jóvenes,
ágiles extremidades capaces aún de mil hazañas.
Mis ojos, leen y escriben con facilidad,
mi corazón , guarda un alma delicada.
Un espíritu que no calza con su tiempo,
un afán de libertad que me enfrenta a los demás.
El amor secreto , por quien vivo y desespero-
Situaciones prohibidas por este medio absurdo.
ágiles extremidades capaces aún de mil hazañas.
Mis ojos, leen y escriben con facilidad,
mi corazón , guarda un alma delicada.
Un espíritu que no calza con su tiempo,
un afán de libertad que me enfrenta a los demás.
El amor secreto , por quien vivo y desespero-
Situaciones prohibidas por este medio absurdo.
jueves, 25 de agosto de 2016
Abre el párpado, ordena a tu ojo aguzar la mirada,
A tus manos , escribir aquello que tus ojos registran.
Cuenta la historia de un barrio. Sus olores, la gente brava.
No del lugar, donde tú naciste, distrito elegante sin héroes ni villanos.
Digo barrio, billar, cerveza, muchachos en moto, tonos.
Cómo amé el barrio aún sin conocerlo, sin siquiera pasar por allí.
Apenas tuve una bicicleta crucé la barrera, me interné en el paraíso de las historias.
A tus manos , escribir aquello que tus ojos registran.
Cuenta la historia de un barrio. Sus olores, la gente brava.
No del lugar, donde tú naciste, distrito elegante sin héroes ni villanos.
Digo barrio, billar, cerveza, muchachos en moto, tonos.
Cómo amé el barrio aún sin conocerlo, sin siquiera pasar por allí.
Apenas tuve una bicicleta crucé la barrera, me interné en el paraíso de las historias.
miércoles, 24 de agosto de 2016
Me sumerjo en los humedales del río, en los olores a pañales de niños, fragancias del barrio que hoy es mío y sonrío al experimentar la acritud en mi nariz, los llantos de los niños, los gritos de las señoras, la vida auténtica, que siempre perseguí.
Ahora soy recolector de vidrios en las afueras de las fábricas, halo una carreta pesada y como apenas. A mucha honra.
Aún no termino mi barraca, duermo casi a la intemperie protegido por cartones.
En días libres descubro rutas secretas, maravillas, que bien vale haber dejado una casa cómoda en un barrio elegante, donde nunca me sentí parte. Su gente fría y frívola nunca fue mi gente. Este grupo de mi barrio es como yo, simple y sincero. Como debe ser la gente, sin frivolidades ni estúpidos materialismos.
Ahora soy recolector de vidrios en las afueras de las fábricas, halo una carreta pesada y como apenas. A mucha honra.
Aún no termino mi barraca, duermo casi a la intemperie protegido por cartones.
En días libres descubro rutas secretas, maravillas, que bien vale haber dejado una casa cómoda en un barrio elegante, donde nunca me sentí parte. Su gente fría y frívola nunca fue mi gente. Este grupo de mi barrio es como yo, simple y sincero. Como debe ser la gente, sin frivolidades ni estúpidos materialismos.
martes, 23 de agosto de 2016
Me interno en los olores, en el frío húmedo de mi nuevo barrio, fragancias de hogar ya, luego de casi un día desaparecido.
Las vecinas me reciben preocupadas, como madres me inventan caldos calientes al ver mi espalda despellejada. Ellas no saben que descubrí una maravilla natural. Una laguna de aguas límpidas , visitadas por patos y peces. Cuando les cuente, saltarán de alegría. No podemos continuar comiendo residuos arrojados de las casas aledañas . He pensado ya en un sistema de reproducción de los patos para cazarlos pero no depredarlos y tener siempre aves para nuestros consumo.
Las vecinas me reciben preocupadas, como madres me inventan caldos calientes al ver mi espalda despellejada. Ellas no saben que descubrí una maravilla natural. Una laguna de aguas límpidas , visitadas por patos y peces. Cuando les cuente, saltarán de alegría. No podemos continuar comiendo residuos arrojados de las casas aledañas . He pensado ya en un sistema de reproducción de los patos para cazarlos pero no depredarlos y tener siempre aves para nuestros consumo.
Hace días extraño mis deambular por los lugares misteriosos que esconden tesoros mágicos.
Hoy dejé la carreta y me interné en una especie de selva , de floresta, un humedal, que a medida avanzaban mis pasos crecía el nivel del agua. Se abrió ante mis ojos sorprendidos una laguna formada por el río , colmada por patos salvajes y peces .
El agua era cristalina, casi transparente. Parecía un sueño. Pude cazar un pato con mucho esfuerzo y almorzar decentemente, luego de muchas lunas. Me pregunto si es alguna reserva natural solo para privilegiados , pues los habitantes de la villa recogemos el residuo de un río semi seco y contaminado.
Hoy dejé la carreta y me interné en una especie de selva , de floresta, un humedal, que a medida avanzaban mis pasos crecía el nivel del agua. Se abrió ante mis ojos sorprendidos una laguna formada por el río , colmada por patos salvajes y peces .
El agua era cristalina, casi transparente. Parecía un sueño. Pude cazar un pato con mucho esfuerzo y almorzar decentemente, luego de muchas lunas. Me pregunto si es alguna reserva natural solo para privilegiados , pues los habitantes de la villa recogemos el residuo de un río semi seco y contaminado.
Las llagas se curan, y enseñan a los seres a ser más fuertes ,
los ventarrones, que golpean el rostro por las noches te hacen crecer.
¿ Cuantos millones de peruanos viven, comen apenas, duermen en peores condiciones ?
Así con su pobreza a cuestas, ríen, trabajan, no saben de quejas.
Cuándo seremos más valientes , solidarios y dejemos de mirarnos el ombligo para admirar el valor
de la gente del pueblo.
Yo soy uno de ellos ahora, a mucha honra.
los ventarrones, que golpean el rostro por las noches te hacen crecer.
¿ Cuantos millones de peruanos viven, comen apenas, duermen en peores condiciones ?
Así con su pobreza a cuestas, ríen, trabajan, no saben de quejas.
Cuándo seremos más valientes , solidarios y dejemos de mirarnos el ombligo para admirar el valor
de la gente del pueblo.
Yo soy uno de ellos ahora, a mucha honra.
Paso las noches sin paredes que me cobijen y con el cielo como techo.
Despierto a medianoche con el rugir de las olas, tronando en mis oídos.
Sonrío , siempre quise vivir con lo indispensable.
Ahora tengo además la cercanía del mar , el río y una charca para refrescarme
cuando vuelvo de halar mi carreta por las fábricas.
Despierto a medianoche con el rugir de las olas, tronando en mis oídos.
Sonrío , siempre quise vivir con lo indispensable.
Ahora tengo además la cercanía del mar , el río y una charca para refrescarme
cuando vuelvo de halar mi carreta por las fábricas.
lunes, 22 de agosto de 2016
Son dos pedazos secos de pan los que astillan mis encías,
camino la mañana y la tarde entera , la sed me abrasa,
bebo de las acequias que riegan los sembríos,
No importa nada, yo escogí mi destino.
Pocos son dueños de sus horas, de los pasos
que llevan a cumplir sus sueños.
Soy libre como el perro de la calle.
Dirijo mi vida bajo mis códigos.
Aún al principio el sacrificio es duro,
la fe en lograr mi arte me sostiene.
camino la mañana y la tarde entera , la sed me abrasa,
bebo de las acequias que riegan los sembríos,
No importa nada, yo escogí mi destino.
Pocos son dueños de sus horas, de los pasos
que llevan a cumplir sus sueños.
Soy libre como el perro de la calle.
Dirijo mi vida bajo mis códigos.
Aún al principio el sacrificio es duro,
la fe en lograr mi arte me sostiene.
Con el pasar de los días, el sol ha hecho escarnio en mi piel y debo andar descamisado pues el solo roce de la tela de la camisa me hace saltar de dolor. Mi compañero ha contraído una fuerte bronquitis debido a la emanación de gases de las fábricas, donde recolectamos desechos.
Un día de suerte significan unos 5 soles y con ellos podemos comprar pan y algo de manteca.
Los días normales llegamos a 3 soles y con ellos compartimos con mi compañero los panes del día anterior, que el panadero usurero nos suele vender a su antojo.
Un día de suerte significan unos 5 soles y con ellos podemos comprar pan y algo de manteca.
Los días normales llegamos a 3 soles y con ellos compartimos con mi compañero los panes del día anterior, que el panadero usurero nos suele vender a su antojo.
Transcurren los días halando una carreta por las afueras de las fábricas con un vecino como compañero y un perro. flaco. La boca seca, el estómago vacío pero felices de ser dueños de nuestro destino. Pronto terminaremos la barraca, mi compañero dejará de reciclar y juntos iniciaremos un negocio aún secreto para todos.
El barro recién apisonado , despide un olor delicioso . Las olas del mar estallan y me arrullan.
Allí dormí sin cama ni almohada y soñé con la playa, con mis recuerdos infantiles más hermosos.
Desperté ofuscado pues las gallinas entraron y se divertían picando mi rostro sin cesar.
Sali a buscar cartones , eternit , cualquier material que hiciera de puertas y ventanas.
Me fui triste, rechazando un tazón humeante de quacker, invitado por mi vecina.
Qué bien me hubiera sentado para este señorito ,que se inaugura de proletario, a mucha honra y por siempre.
Allí dormí sin cama ni almohada y soñé con la playa, con mis recuerdos infantiles más hermosos.
Desperté ofuscado pues las gallinas entraron y se divertían picando mi rostro sin cesar.
Sali a buscar cartones , eternit , cualquier material que hiciera de puertas y ventanas.
Me fui triste, rechazando un tazón humeante de quacker, invitado por mi vecina.
Qué bien me hubiera sentado para este señorito ,que se inaugura de proletario, a mucha honra y por siempre.
Un piso de barro es mi cama y cuatro paneles de publicidad , mis paredes.
Por ahora, me conformo con aquellos materiales arrastrados por el río.
Mi barraca se irá completando con paneles de zinc cuando cuando rebusque entre los desechos de las fábricas
Juntando entre éstos, trayendo otros, el ingenio viviré como siempre quise, libre y entre gente como yo. Muy cerca del desove del río y la fragancia del mar.
Por ahora, me conformo con aquellos materiales arrastrados por el río.
Mi barraca se irá completando con paneles de zinc cuando cuando rebusque entre los desechos de las fábricas
Juntando entre éstos, trayendo otros, el ingenio viviré como siempre quise, libre y entre gente como yo. Muy cerca del desove del río y la fragancia del mar.
El sol estalla inclemente sobre mi espalda desnuda. Espalda de estudiante, de quien no trabajó nunca al aire libre, menos cargando picos y palas. No me importa. Prosigo la labor de cavar los cimientos de mi futuro hogar, una barraca muy cerca del río y el tren , entre la maleza y los maizales. Ya escucho el canto de los patos en la laguna.
Recorro mi camino secreto entre maizales y polvo , ilusionada de encontrarme con mi gente en mi nuevo barrio.
Amigos, que me reciben con cariño y sin preguntas, a diferencia de la gente de los barrios elegantes.
Hoy levantaremos una barraca nueva. Muchos pobladores son desempleados y me ayudaran a tener mi propia casa entre ellos. Uno encuentra su hogar donde puede mirar a los ojos a sus vecinos. Seré uno más entre ellos, un marginal, a mucha honra.
Amigos, que me reciben con cariño y sin preguntas, a diferencia de la gente de los barrios elegantes.
Hoy levantaremos una barraca nueva. Muchos pobladores son desempleados y me ayudaran a tener mi propia casa entre ellos. Uno encuentra su hogar donde puede mirar a los ojos a sus vecinos. Seré uno más entre ellos, un marginal, a mucha honra.
domingo, 21 de agosto de 2016
Juntos chapaleamos en el charco como cerditos despreocupados . La vecina en bata floreada.
La señora en una truza inmensa , el esposo con su short de fútbol, los niños en calzoncillos,
nos arrojamos el agua al rostro , buceamos entre las piernas del otro hasta que el frío nos obliga
a dar por finalizado un domingo inolvidable. Hacemos una colecta entre todos y compramos pan
con mantequilla ,alguien se esmera y entrega un dinero adicional para el embutido.
La señora en una truza inmensa , el esposo con su short de fútbol, los niños en calzoncillos,
nos arrojamos el agua al rostro , buceamos entre las piernas del otro hasta que el frío nos obliga
a dar por finalizado un domingo inolvidable. Hacemos una colecta entre todos y compramos pan
con mantequilla ,alguien se esmera y entrega un dinero adicional para el embutido.
Los niños, las señoras y hasta algunos hombres nos atrevimos a refrescarnos en la charca.
Fue tal el alboroto que hasta el sol brilló feliz de ver nuestros rostros alegres.
Las caras, por lo general tristes y sin vida, reían y brotaban sonrisas como flores .
Aparentaban diez años menos.
El agua , no muy limpia, a nadie le importó, pues fue un día inolvidable.
Recobramos la alegría , al menos por un día.
Fue tal el alboroto que hasta el sol brilló feliz de ver nuestros rostros alegres.
Las caras, por lo general tristes y sin vida, reían y brotaban sonrisas como flores .
Aparentaban diez años menos.
El agua , no muy limpia, a nadie le importó, pues fue un día inolvidable.
Recobramos la alegría , al menos por un día.
Vamos a inventar la danza de la felicidad.
Tú y yo nos contoneamos al ritmo de una música secreta y alegre.
Damos vueltas sin pensar en el mañana .
Es la música, el baile de la esperanza de los que esperamos
Si crees , si tienes fé, ven con nosotros a danzar.
Si no crees, también súmate a la danza de la felicidad.
De tanto bailar, feliz y agotada terminamos.
Tú y yo nos contoneamos al ritmo de una música secreta y alegre.
Damos vueltas sin pensar en el mañana .
Es la música, el baile de la esperanza de los que esperamos
Si crees , si tienes fé, ven con nosotros a danzar.
Si no crees, también súmate a la danza de la felicidad.
De tanto bailar, feliz y agotada terminamos.
Por la tarde, treparemos a los árboles y los pintaremos de rojo, azul, verde.
Los matorrales que circundan la villa serán color amarillo ,como el sol ardiente,
Así las aves los arrullarán con su canto, otra vez y volverán los peces al río.
Vamos a construir barracas de felicidad en esta villa, que ya es mía , pues vive en mi alma.
Los matorrales que circundan la villa serán color amarillo ,como el sol ardiente,
Así las aves los arrullarán con su canto, otra vez y volverán los peces al río.
Vamos a construir barracas de felicidad en esta villa, que ya es mía , pues vive en mi alma.
sábado, 20 de agosto de 2016
Hoy no quiero escribir tristezas ni decir el cielo es pardo,
la llovizna humedece mis huesos y contra ella
nada puedo.
Hoy quiero olvidar la angustia que carcome mis entrañas,
sacudir de mi ropa las mariposas negras que rondan y rondan.
Hoy no quiero escribir tristezas ni decir el cielo es pardo
la llovizna humedece el alma y contra ella, nada puedo .
Hoy disfrutaré el día,
A desempolvar mi risa y la sonrisa guardadas en el cajón.
Un toque de rouge en las mejillas,
A echarme a recorrer feliz mis calles de siempre .
la llovizna humedece mis huesos y contra ella
nada puedo.
Hoy quiero olvidar la angustia que carcome mis entrañas,
sacudir de mi ropa las mariposas negras que rondan y rondan.
Hoy no quiero escribir tristezas ni decir el cielo es pardo
la llovizna humedece el alma y contra ella, nada puedo .
Hoy disfrutaré el día,
A desempolvar mi risa y la sonrisa guardadas en el cajón.
Un toque de rouge en las mejillas,
A echarme a recorrer feliz mis calles de siempre .
viernes, 19 de agosto de 2016
Limo mis uñas, unas contra otras,
unas contra otras.
Así se afilan como cuchillas.finas.
Se clavan en el tronco más alto,
- ágil lo trepo -
admirados los ojos del girasol,
ruborizado el pudoroso clavel.
Gata traviesa soy , alcanzo en un tris
el tejadode la casa del costado.
Entro por la ventana,
a olisquear, husmear, espiar a mi nuevo vecino.
Encuentro sus medias y es un deleite jugar ,
desordenar, hincar, destejer cada pieza a mi antojo
En eso, llega el vecino y caigo arrobada de amor.
De un periodicazo me saca fuera de su habitación .
unas contra otras.
Así se afilan como cuchillas.finas.
Se clavan en el tronco más alto,
- ágil lo trepo -
admirados los ojos del girasol,
ruborizado el pudoroso clavel.
Gata traviesa soy , alcanzo en un tris
el tejadode la casa del costado.
Entro por la ventana,
a olisquear, husmear, espiar a mi nuevo vecino.
Encuentro sus medias y es un deleite jugar ,
desordenar, hincar, destejer cada pieza a mi antojo
En eso, llega el vecino y caigo arrobada de amor.
De un periodicazo me saca fuera de su habitación .
Escalo con mis uñas de gato por árbol vecino a la ventana de mi vecino.
Prendida con esas garras afiladas, puedo casi tocar su habitación , sentir su fragancia.
Contemplo su desorden de muchacho, la ropa enrollada, la toalla mojada.
El sale de la ducha, yo me deslizo a toda velocidad hasta el suelo y huyo a casa.
¿ Me habra visto espiandolo ? Se atreverá a hablarme alguna vez o soy aún muy joven para él ?
El tiempo, los días lo dirán.
Prendida con esas garras afiladas, puedo casi tocar su habitación , sentir su fragancia.
Contemplo su desorden de muchacho, la ropa enrollada, la toalla mojada.
El sale de la ducha, yo me deslizo a toda velocidad hasta el suelo y huyo a casa.
¿ Me habra visto espiandolo ? Se atreverá a hablarme alguna vez o soy aún muy joven para él ?
El tiempo, los días lo dirán.
Amo extraviarme por caminos polvorientos, perderme en las oscuridades misteriosas de la noche,
empeñar mi nombre, reír, reír a carcajadas, libre, no, como me enseñaron en casa ni en los lugares mal llamados decentes.
Sentarme en las fondas arrabaleras , abrazar a mis morenas ,cantar boleros con los parroquianos , romper mi traje bailando salsa
cerca al Cementerio. Antes esa era mi vida diaria.
Ahora, la añoro alguna que otra noche.
empeñar mi nombre, reír, reír a carcajadas, libre, no, como me enseñaron en casa ni en los lugares mal llamados decentes.
Sentarme en las fondas arrabaleras , abrazar a mis morenas ,cantar boleros con los parroquianos , romper mi traje bailando salsa
cerca al Cementerio. Antes esa era mi vida diaria.
Ahora, la añoro alguna que otra noche.
jueves, 18 de agosto de 2016
Con uñas de gato me encaramo ,
araño el árbol y trepo veloz.
Mi cuerpo es ágil y alcanzo las ramas más altas ,
paso luego al alfeízar de la ventana.
Allí, de un salto felino entro a la habitación .
Por supuesto que no me pertenece, es del vecino guapo.
Me apasiona espiar sus movimientos,
y cuando él no está entro a la habitación a jugar con su ropa .
A sentir su olor.
Apenas siento pasos, vuelo con agilidad de gata al árbol
a seguir contemplando su quehacer. Enamorada estoy.
araño el árbol y trepo veloz.
Mi cuerpo es ágil y alcanzo las ramas más altas ,
paso luego al alfeízar de la ventana.
Allí, de un salto felino entro a la habitación .
Por supuesto que no me pertenece, es del vecino guapo.
Me apasiona espiar sus movimientos,
y cuando él no está entro a la habitación a jugar con su ropa .
A sentir su olor.
Apenas siento pasos, vuelo con agilidad de gata al árbol
a seguir contemplando su quehacer. Enamorada estoy.
miércoles, 17 de agosto de 2016
Avanza tres pasos a la derecha, dobla sobre la izquierda, camina en reversa y con los ojos cerrados , salta. Ensayar el salto largo , el brinco, así alcanzo el tejado de la casa vecina.
Desde allí, contemplar las luces de la ventana del vecino, aquél tan buenmozo.
Sonreírle sin pronunciar palabra, salir huyendo.
Desde allí, contemplar las luces de la ventana del vecino, aquél tan buenmozo.
Sonreírle sin pronunciar palabra, salir huyendo.
Caigo en hinojos a la tierra, río con la ropa empolvada, camino uno, dos tres pasos, doy un respingo
y alcanzo una nube gorda que pasa. Tomada de una esquina de ella, contemplo los sembríos, el mar infinito, la cordillera lejana. Salto de las alturas y caigo en un frondoso árbol. Las manzanas caen al suelo y corro a recoger una por una. Aviso a mis compañeros, llegan en tropel y nos atracamos de fruta ese día. Hermoso día de aventura.
y alcanzo una nube gorda que pasa. Tomada de una esquina de ella, contemplo los sembríos, el mar infinito, la cordillera lejana. Salto de las alturas y caigo en un frondoso árbol. Las manzanas caen al suelo y corro a recoger una por una. Aviso a mis compañeros, llegan en tropel y nos atracamos de fruta ese día. Hermoso día de aventura.
Subimos a los vagones abandonados de un tren, que fue majestuoso.
Lo lavamos, limpiamos sus sillones , los vidrios y nos apeamos.
Los niños ha aprendido a imaginar , esta vez, un paseo por las serranías.
Cúan hermoso es pasar por los sembríos dorados, sentir la altura imposible
de Ticlio en nuestro pecho, tocar la nieve tan blanca y helada que quema las manos.
Nosotros los pobres inventamos nuestros juegos con la imaginación.
Cuando los niños crezcan , seguro alguno llegará a conocer la sierra y mucho más.
La semilla está sembrada.
Lo lavamos, limpiamos sus sillones , los vidrios y nos apeamos.
Los niños ha aprendido a imaginar , esta vez, un paseo por las serranías.
Cúan hermoso es pasar por los sembríos dorados, sentir la altura imposible
de Ticlio en nuestro pecho, tocar la nieve tan blanca y helada que quema las manos.
Nosotros los pobres inventamos nuestros juegos con la imaginación.
Cuando los niños crezcan , seguro alguno llegará a conocer la sierra y mucho más.
La semilla está sembrada.
Entre mis nuevos compañeros me refugio. Ellos sonríen aún el dolor y la carencia.
Yo gateo por el piso, me empolvo todo, los niños ríen, los ancianos se matan de risa.
Hoy soy el payaso de este circo de corazones grandes y estómagos vacíos.
A rogar por la esperanza, saltar, brincar, hacer monerías, reír. A carcajadas,
Yo gateo por el piso, me empolvo todo, los niños ríen, los ancianos se matan de risa.
Hoy soy el payaso de este circo de corazones grandes y estómagos vacíos.
A rogar por la esperanza, saltar, brincar, hacer monerías, reír. A carcajadas,
martes, 16 de agosto de 2016
Calentar las piernas, los brazos, saltar , alzarme en respingos cada vez más altos.
Alcanzar las ramas del árbol manzano, echar las manzanas abajo y correr tras ellas. Reír divertida .Juntar un saco de fruta, llevar de regalo a los pobladores, comer hasta hartarnos, ser felices una tarde , al menos unas horas , reir mucho.
Alcanzar las ramas del árbol manzano, echar las manzanas abajo y correr tras ellas. Reír divertida .Juntar un saco de fruta, llevar de regalo a los pobladores, comer hasta hartarnos, ser felices una tarde , al menos unas horas , reir mucho.
Un paso recto, dos de reversa, un salto y caigo en posición de ángel. En posición de firmes, estiro los brazos, largos tan estilizados como una verdadera bailarina. Salto , Brinco más alto , y con los brazos suspendida en el aire peñisco una ñizca del cielo azul.
Regreso a mi nuevo hogar feliz. Pronto seré la dueña de las nubes y el sol no faltará más en el asentamiento.
Regreso a mi nuevo hogar feliz. Pronto seré la dueña de las nubes y el sol no faltará más en el asentamiento.
En aquél lugar apartado de la ciudad , del mundo real, danzo.
Me despojo del pudor , trabajo mi cuerpo, como siempre soñé.
Bailo para los pobladores en el terraplén. Los niños son los más entusiastas
Todos aplauden pero no escucho.
Estoy concentrada en mis saltos y brincos.
Quisiera alcanzar las nubes y con los brazos abrir el encapotado cielo.
Detener la llovizna, cuando llega , así no deteriora hasta la podredumbre las casuchas de mis compañeros.
Danzar, bailar, saltar, dar brincos es ser libre y ser intensamente feliz.
Me despojo del pudor , trabajo mi cuerpo, como siempre soñé.
Bailo para los pobladores en el terraplén. Los niños son los más entusiastas
Todos aplauden pero no escucho.
Estoy concentrada en mis saltos y brincos.
Quisiera alcanzar las nubes y con los brazos abrir el encapotado cielo.
Detener la llovizna, cuando llega , así no deteriora hasta la podredumbre las casuchas de mis compañeros.
Danzar, bailar, saltar, dar brincos es ser libre y ser intensamente feliz.
Me escondo tras el follaje de los caminos polvorosos,
en lugares, donde la ciudad muere y con ella, lentamente sus habitantes.
Ellos son compañeros de infortunio, marginales de corazón.
Sobrevivimos, ellos a una extrema pobreza material,
yo, a mi pavorosa soledad y compartimos la seducción por aquella vida
apartada de la ciudad y sus costumbres.
Pobres entre los pobres somos.
en lugares, donde la ciudad muere y con ella, lentamente sus habitantes.
Ellos son compañeros de infortunio, marginales de corazón.
Sobrevivimos, ellos a una extrema pobreza material,
yo, a mi pavorosa soledad y compartimos la seducción por aquella vida
apartada de la ciudad y sus costumbres.
Pobres entre los pobres somos.
Ordeno moverse a los dedos de mis pies. Avanzan lento. Prosigo por una senda sin rumbo en esta tierra. Aquí no aspiro a llegar a ningún sitio.
Poco a poco, mis músculos calientan y soy una gata, una leona. Doy brincos, salto largo como una tigresa. Yo aspiro a dar un respingo que me lleve fuera de este lugar, de estas vulgares situaciones cotidianas. De un salto fantástico quiero rozar el cielo, las estrellas.
No anhelo más.
Poco a poco, mis músculos calientan y soy una gata, una leona. Doy brincos, salto largo como una tigresa. Yo aspiro a dar un respingo que me lleve fuera de este lugar, de estas vulgares situaciones cotidianas. De un salto fantástico quiero rozar el cielo, las estrellas.
No anhelo más.
lunes, 15 de agosto de 2016
Camino a ciegas por un camino desconocido.
Choco la cabeza contra un objeto duro. Es un árbol.
Sigo adelante con la venda sobre los ojos.
Avanzo invicta cinco pasos,
huelo a yerba y flores, estoy en un jardín .
Me atrevo a caminar en reversa, y siento el vértigo de una caída.
Estoy mojada, He caído a una laguna.
Salgo valiente y prosigo mi propio reto de vencer mis temores.
Con la venda chorreando gotas de agua por mi rostro, y con cuidado de no resbalar
sigo adelante 10 pasos rectos y uno de revés.
Han transcurrido más de 30 minutos.
El miedo no me ha paralizado ni he temido a lo desconocido.
Mañana prosigo mi propio reto.
Choco la cabeza contra un objeto duro. Es un árbol.
Sigo adelante con la venda sobre los ojos.
Avanzo invicta cinco pasos,
huelo a yerba y flores, estoy en un jardín .
Me atrevo a caminar en reversa, y siento el vértigo de una caída.
Estoy mojada, He caído a una laguna.
Salgo valiente y prosigo mi propio reto de vencer mis temores.
Con la venda chorreando gotas de agua por mi rostro, y con cuidado de no resbalar
sigo adelante 10 pasos rectos y uno de revés.
Han transcurrido más de 30 minutos.
El miedo no me ha paralizado ni he temido a lo desconocido.
Mañana prosigo mi propio reto.
Los días nublados los ocupo en rescatar muebles , menaje del tren varado como un cetáceo. La cercanía de la villa al río y al mar, la convierte en un humedal , donde nadie sale fuera de sus casas por el frío. La humedad es una maldición, que todo lo corroe, todo lo daña , desde objetos hasta los pulmones de los más débiles e inocentes coomo son los viejos y los niños.
Me refugio entre los pobladores desempleados de un asentamiento olvidado hasta por ellos mismos.
Conversamos de justicia social, de sindicalismo , de aquellos anarquistas peruanos, que hicieron historia. Podríamos pasar días charlando con un té frío en la mano y unas galletas que yo aporto al grupo. Entonces los políticos eran puros y se luchaba con fervor . No existían las componendas ni la corrupción de estos días . Los trabajasdores se agrupaban en sindicatos, que a su vez se reunían con sindicatos más fuertes a recibir conferencias de los propios ideólogos. Yo no había nacido en esas épocas pero siento una nostalgia lánguida de no haber presenciado esos coloquios magistrales.
Conversamos de justicia social, de sindicalismo , de aquellos anarquistas peruanos, que hicieron historia. Podríamos pasar días charlando con un té frío en la mano y unas galletas que yo aporto al grupo. Entonces los políticos eran puros y se luchaba con fervor . No existían las componendas ni la corrupción de estos días . Los trabajasdores se agrupaban en sindicatos, que a su vez se reunían con sindicatos más fuertes a recibir conferencias de los propios ideólogos. Yo no había nacido en esas épocas pero siento una nostalgia lánguida de no haber presenciado esos coloquios magistrales.
Subir al pico más alto del barranco,
esperar el viento propicio,
lanzarme a surcar el cielo ,
tan etérea como las aves,
con las alas poderosas de las águilas .
Volar, recorrer el infinito, libérrima
dueña absoluta del celeste, las nubes.
Rozar con los dedos la panza del cielo,
así se vuelve cada vez más azul,
y rotundo como el mar y el amor.
Subiré al pico más alto del barranco,
lo prometo.
esperar el viento propicio,
lanzarme a surcar el cielo ,
tan etérea como las aves,
con las alas poderosas de las águilas .
Volar, recorrer el infinito, libérrima
dueña absoluta del celeste, las nubes.
Rozar con los dedos la panza del cielo,
así se vuelve cada vez más azul,
y rotundo como el mar y el amor.
Subiré al pico más alto del barranco,
lo prometo.
domingo, 14 de agosto de 2016
Camino por caminos secretos, y siento la libertad de una expedicionaria. El privilegio de aventurera que halla lugares que nadie busca, que nadie valora.
Voy sin rumbo por sendas polvorosas bordadas de árboles famélicos, entre charcas de agua , sin pobladores a la vista. Luego , ya con la experiencia entiendo que ellos trabajan reciclando, arreando bultos, en labores que nadie quiere ocupar . Son pobres entre los pobres , viven en asentamientos humanos, cercanos a los botadores de los carros de basura donde pelean sus bocados diarios con los chanchos. En pleno corazón de una ciudad pudiente, donde circulan
Voy sin rumbo por sendas polvorosas bordadas de árboles famélicos, entre charcas de agua , sin pobladores a la vista. Luego , ya con la experiencia entiendo que ellos trabajan reciclando, arreando bultos, en labores que nadie quiere ocupar . Son pobres entre los pobres , viven en asentamientos humanos, cercanos a los botadores de los carros de basura donde pelean sus bocados diarios con los chanchos. En pleno corazón de una ciudad pudiente, donde circulan
Mis pasos me conducen por arboledas que se adelgazan, empolvan sus hojas y abren hermoso a mi vista aquél mundo de gente sencilla , que amo. Hoy el mar truena furioso y si bien , su fragancia es intensa y embriagadora, los pobladores parecen hormigas enloquecidas en su incesante ir y venir por el asentamiento. Ellos saben que el peligro es inminente. El mar puede invadirlos en cualquier momento. Y si es de noche, deben tomar los cerros , poner a sus hijos a buen recaudo, sus pobres pertenencias, estar dispuestos a correr , subir a los cerros con sus casas, sus hijos en la más absoluta oscuridad-
sábado, 13 de agosto de 2016
La humedad del clima o las filtraciones del río enferman a los pobladores de mi amado lugar.
Los niños tosen, se resfrían, no suben de peso, y sus mayores contraen fácimente la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. Cómo quisiera gestionar una posta o llevarlos a todos, no son muchos , a pasar una revisión médica. Es urgente. En este país, en este lugar , que vive de los deshechos ajenos , ellos se acostumbran a considerarse casi un deshecho mismo.
Los niños tosen, se resfrían, no suben de peso, y sus mayores contraen fácimente la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. Cómo quisiera gestionar una posta o llevarlos a todos, no son muchos , a pasar una revisión médica. Es urgente. En este país, en este lugar , que vive de los deshechos ajenos , ellos se acostumbran a considerarse casi un deshecho mismo.
Es entre esta gente , desempleada , habitantes de casuchas de zinc, donde me siento más a gusto.
Desempolvo mi sillón azul, que fuera parte del mobiliario de la primera clase del vagón del tren, y me tumbo a contemplar el devenir de unas vidas tan ajenas y admirables. Luego, recogo ramas secas de unos árboles famélicos que circundan , solo para sentirme útil y poder mirar a cada uno a la cara y saludarlo por su nombre.
Desempolvo mi sillón azul, que fuera parte del mobiliario de la primera clase del vagón del tren, y me tumbo a contemplar el devenir de unas vidas tan ajenas y admirables. Luego, recogo ramas secas de unos árboles famélicos que circundan , solo para sentirme útil y poder mirar a cada uno a la cara y saludarlo por su nombre.
viernes, 12 de agosto de 2016
jueves, 11 de agosto de 2016
Soy amiga de los habitantes de este mundo subterráneo que me seduce y que amo.
Al principio , nadie osaba salir, llegué a pensar que era un lugar abandonado igual que los objetos
Con mis incursiones diarias, un saludo tímido, una pregunta y poco a poco a fuerza de vernos y estudiarnos puedo considerarme parte de la tribu. Porque ellos son una verdadera tribu errante, recolectores de plásticos y material reciclable que obtienen en las afueras de las casas , fábricas, y algunos conventos. Salen en mitad de la madrugada a su labor y regresan casi a medianoche.
Yo suelo incursionar por sus lares cuando ellos están laborando y nos vemos los fines de semana.
Sin embargo, he podido conversar sobre un tema que me apasiona que es el anarquismo con los pobladores mayores. Ellos fueron obreros despedidos precisamente por sus ideas.
Mis fines de semana son tan ricos ahora, no solo descubro rutas inhóspitas en mi ciudad, encuentro un asentamiento donde tengo casi un hogar y unos amigos que profesan mis ideas políticas.
Más no puedo pedirle a la vida. Casi he olvidado a aquél poeta lejano.
Al principio , nadie osaba salir, llegué a pensar que era un lugar abandonado igual que los objetos
Con mis incursiones diarias, un saludo tímido, una pregunta y poco a poco a fuerza de vernos y estudiarnos puedo considerarme parte de la tribu. Porque ellos son una verdadera tribu errante, recolectores de plásticos y material reciclable que obtienen en las afueras de las casas , fábricas, y algunos conventos. Salen en mitad de la madrugada a su labor y regresan casi a medianoche.
Yo suelo incursionar por sus lares cuando ellos están laborando y nos vemos los fines de semana.
Sin embargo, he podido conversar sobre un tema que me apasiona que es el anarquismo con los pobladores mayores. Ellos fueron obreros despedidos precisamente por sus ideas.
Mis fines de semana son tan ricos ahora, no solo descubro rutas inhóspitas en mi ciudad, encuentro un asentamiento donde tengo casi un hogar y unos amigos que profesan mis ideas políticas.
Más no puedo pedirle a la vida. Casi he olvidado a aquél poeta lejano.
Los niños chapotean desnudos o en taparrabos en la charca. Es el primer día de sol, luego de unos días fríos y húmedos encerrados sus viviendas de zinc, o en las más pobres, con tabiques de cartón. Celebran el día de sol, los chiquillos con sus perros de raza indefinida, festejo yo el descubrimiento de mi lugar, con estanque y vagones propios , la brisa acariciando mi rostro y el alma plena de ilusiones.
Cada día descubro nuevas rutas sobre el mismo camino.
Una de ellas me conduce a un riachuelo, que es el último tramo del río Rímac.
La floresta cubre casi todo el panorama pero si me acerco veo patos salvajes, y deshechos,
troncos que el caudal del río ha arrastrado desde la sierra.
¡ Cuán hermoso debe ser el río cuando es un puquial de aguas límpidas en las alturas de los montes !
Dicen que su frior congela las manos y a las crías que caen por descuido.
Al menos, yo puedo acercarme a contemplar el momento cumbre cuando el río se une al mar.
Una corriente débil y sucia de tanto viajar y otra tempestuosa , la mar.
La brisa marina envuelve de perfume de esperanza mi alma.
Una de ellas me conduce a un riachuelo, que es el último tramo del río Rímac.
La floresta cubre casi todo el panorama pero si me acerco veo patos salvajes, y deshechos,
troncos que el caudal del río ha arrastrado desde la sierra.
¡ Cuán hermoso debe ser el río cuando es un puquial de aguas límpidas en las alturas de los montes !
Dicen que su frior congela las manos y a las crías que caen por descuido.
Al menos, yo puedo acercarme a contemplar el momento cumbre cuando el río se une al mar.
Una corriente débil y sucia de tanto viajar y otra tempestuosa , la mar.
La brisa marina envuelve de perfume de esperanza mi alma.
El sol de domingo enciende el pasto seco a orilla de la laguna, donde aterrizan los patos salvajes .
Hoy la charca está clara, el agua le hace guiños al cielo y yo me siento feliz bajo la sombra de un guarango.
Sentada en mi sillón de cuero azul, aristocrático, rescate de los deshechos , disfruto del placer de soñar con los ojos abiertos. Imaginar el eco de tu risa entrando en la charca y luego en el mar tan frío,
me ilusiona mucho. Nadie sabe cúando volveremos a vernos. Eso no es importante. Tu recuerdo me acompaña cada día . Imagino pues he recobrado la capacidad de soñar.
Hoy la charca está clara, el agua le hace guiños al cielo y yo me siento feliz bajo la sombra de un guarango.
Sentada en mi sillón de cuero azul, aristocrático, rescate de los deshechos , disfruto del placer de soñar con los ojos abiertos. Imaginar el eco de tu risa entrando en la charca y luego en el mar tan frío,
me ilusiona mucho. Nadie sabe cúando volveremos a vernos. Eso no es importante. Tu recuerdo me acompaña cada día . Imagino pues he recobrado la capacidad de soñar.
Un árbol añoso me protege del inclemente sol de domingo.
Contemplo a los niños nadar en taparrabos en el estanque polvoriento.
La brisa anuncia el verano y mi alma se alborota con el olor a mar .
Cúantos descubrimientos esperan por mi.
La vida cobra un ritmo nuevo, crecen las ilusiones ,
como brota la higuerilla a la orilla de mis objetos amados.
Contemplo a los niños nadar en taparrabos en el estanque polvoriento.
La brisa anuncia el verano y mi alma se alborota con el olor a mar .
Cúantos descubrimientos esperan por mi.
La vida cobra un ritmo nuevo, crecen las ilusiones ,
como brota la higuerilla a la orilla de mis objetos amados.
Aquella prenda perdida pertenece ya a éste, mi verdadero hogar de calaminas y objetos mágicos , rodeada de lagunas casi extintas , con patos silvestres sobrevolando sus aguas.
Entonces veo el mar tan cerca , su seducción me conduce a la orilla del mar y juego con los yuyos y la espuma. Vuelvo a ser una niña.
Entonces veo el mar tan cerca , su seducción me conduce a la orilla del mar y juego con los yuyos y la espuma. Vuelvo a ser una niña.
miércoles, 10 de agosto de 2016
En cada incursión por los caminos perdidos , pierdo una prenda .
Unos cabellos apresados entre las ramas de un árbol famélico,
una sandalia echada a perder en la orilla antigua de esa laguna que es una charca,
algunos días. Creo que terminaré por afincarme yo en alguna de las casas vetustas de mi nuevo
barrio, tan cerca a un río, y vecino al mar.
Unos cabellos apresados entre las ramas de un árbol famélico,
una sandalia echada a perder en la orilla antigua de esa laguna que es una charca,
algunos días. Creo que terminaré por afincarme yo en alguna de las casas vetustas de mi nuevo
barrio, tan cerca a un río, y vecino al mar.
Añoro a mi extraño amante. Sus garras prendidas en mi carne, el placer de acariciar su pecho anchuroso. Pronto volveré. Por ahora , vagabundeo a mis anchas por los extramuros de mi ciudad, tan rica en aventuras e historias . Amo lo marginal, y descubro y habito cada día una parte de sus zonas perdidas.
martes, 9 de agosto de 2016
Amo estos caminos perdidos que me conducen a rutas intrincadas y luego al mar.
Muchos vagones de trenes en desuso, cubierta de floresta pero con los asientos de cuero noble intactos . Una mano de Angel ha pasado por aquél paraje alejado de la ciudad y ha conservado la maquinaria, las obras de arte, que algún día adornaron las casas elegantes. Se podría contar muebles, maquinaria, juguetes,
Me admira el contraste entre el olvido y una tenaz lucha por no rendirse entre la soledad y el abandono. Un hermoso bosque preserva el lugar. Pronto lo cubrirá por completo.
Muchos vagones de trenes en desuso, cubierta de floresta pero con los asientos de cuero noble intactos . Una mano de Angel ha pasado por aquél paraje alejado de la ciudad y ha conservado la maquinaria, las obras de arte, que algún día adornaron las casas elegantes. Se podría contar muebles, maquinaria, juguetes,
Me admira el contraste entre el olvido y una tenaz lucha por no rendirse entre la soledad y el abandono. Un hermoso bosque preserva el lugar. Pronto lo cubrirá por completo.
Las tardes que el sol aprieta no tengo problema en desnudarme y entrar a la acequia.
Unos niños salen a curiosear a una señora loca sin ropa, los perros ladran y de pronto soy consciente que no estoy sola . ¿ Dónde viven los pobladores del fin del mundo? Cada incursión ha sido silenciosa, ni un ojo curioso. Ahora mi sangre hierve por encontrar las casas vetustas, los niños, sus viejos. Ellos guardarán tanta riqueza en sus relatos y desvelarán misterios de esta parte de la ciudad , que ya es mía.
Unos niños salen a curiosear a una señora loca sin ropa, los perros ladran y de pronto soy consciente que no estoy sola . ¿ Dónde viven los pobladores del fin del mundo? Cada incursión ha sido silenciosa, ni un ojo curioso. Ahora mi sangre hierve por encontrar las casas vetustas, los niños, sus viejos. Ellos guardarán tanta riqueza en sus relatos y desvelarán misterios de esta parte de la ciudad , que ya es mía.
Entre la maleza, escojo plantas que ya no se encuentran en los jardines de Lima.
¿ Será el agua de la acequia, ese charco remanente del río polvoroso, la que mantiene con vida aquellas plantas oriundas? O el mismo polvo, cavilo mientras camino por los rieles cada día más oxidados y cubiertos de vegetación, como si les naciera un pudor femenino y no quisieran estar expuestos a las cada vez más escasas miradas. La mía es de ternura pura.
¿ Será el agua de la acequia, ese charco remanente del río polvoroso, la que mantiene con vida aquellas plantas oriundas? O el mismo polvo, cavilo mientras camino por los rieles cada día más oxidados y cubiertos de vegetación, como si les naciera un pudor femenino y no quisieran estar expuestos a las cada vez más escasas miradas. La mía es de ternura pura.
Al final de un camino perdido de la memoria de los mortales, se yerguen , joyas coronadas dos finísimos baúles de cedro . Nadie sabe su contenido ni ha osado abrirlos.
Se cuenta que cayeron de un vagón de primera clase cuando el tren doblaba su curso.
Una dama se arrojó al vacío con sus baúles.
Nadie conoce sus extrañas razones.
Se cuenta que cayeron de un vagón de primera clase cuando el tren doblaba su curso.
Una dama se arrojó al vacío con sus baúles.
Nadie conoce sus extrañas razones.
lunes, 8 de agosto de 2016
No cuentes , Niña, aquello tan feo que te hicieron esos hombres.
Rasgaron tu alma, destrozaron tu intimidad, te traicionaron.
No cuentes, Niña.
A nadie le importa tu dolor.
La gente comenta frívola para tener tema de conversación y sigue su camino.
No cuentes, Niña, tu duelo, a solas .
Llora meses, si puedes, hasta que sientas que tu cuerpo esté limpio, impoluto.
Rasgaron tu alma, destrozaron tu intimidad, te traicionaron.
No cuentes, Niña.
A nadie le importa tu dolor.
La gente comenta frívola para tener tema de conversación y sigue su camino.
No cuentes, Niña, tu duelo, a solas .
Llora meses, si puedes, hasta que sientas que tu cuerpo esté limpio, impoluto.
Loca, insurrecta, vístete bien, anda a tu casa , no hagan ruido.
Mis vecinos protestaban, levantaban la voz , cuando al alba me reunía con mis amigos poetas a seguir la bohemia en la esquina de mi casa. Atrevimiento el mío.
Llegamos a tal extremo de descontrol que ocurrió una explosión.
Yo entré a desintoxicarme y salí a trabajar en una universidad.
Cayó Sendero Luminoso, muchos de ellos tuvieron que huir.
No nos vimos más.
Sé por amigos comunes que nos recordamos con cariño libertario.
Loca, insurrecta, vístete bien, anda a tu casa , no hagan ruido.
Mis vecinos protestaban, levantaban la voz , cuando al alba me reunía con mis amigos poetas a seguir la bohemia en la esquina de mi casa. Atrevimiento el mío.
Llegamos a tal extremo de descontrol que ocurrió una explosión.
Yo entré a desintoxicarme y salí a trabajar en una universidad.
Cayó Sendero Luminoso, muchos de ellos tuvieron que huir.
No nos vimos más.
Sé por amigos comunes que nos recordamos con cariño libertario.
Loca, insurrecta, vístete bien, anda a tu casa , no hagan ruido.
Hubo un tiempo que corría por el malecón .
Me embriagaba de la brisa marina y con el alma henchida subía al pico más alto del barranco.
Desde mi lugar de privilegio soñaba volar , surcar el cielo.
Estos días recorro suburbios marginales.
Es un homenaje, creo, a los tiempos universitarios, épocas libres y felices.
A ti Edwin Zcuela, por tu amistad de libros y aventuras.
Me embriagaba de la brisa marina y con el alma henchida subía al pico más alto del barranco.
Desde mi lugar de privilegio soñaba volar , surcar el cielo.
Estos días recorro suburbios marginales.
Es un homenaje, creo, a los tiempos universitarios, épocas libres y felices.
A ti Edwin Zcuela, por tu amistad de libros y aventuras.
Los vecinos de San Isidro, mi elegante barrio no conocen más distritos que uno o dos.
Les apesta aquellos ellos con autoridad snob consideran inferiores por ser de clase media o de huachafos.
Pobre de ellos que no saben de la belleza de los parajes perdidos, de los páramos abandonados,
de aquellos ríos desconocidos, los trenes en desusos , las aventuras entre el río y el mar.
Les apesta aquellos ellos con autoridad snob consideran inferiores por ser de clase media o de huachafos.
Pobre de ellos que no saben de la belleza de los parajes perdidos, de los páramos abandonados,
de aquellos ríos desconocidos, los trenes en desusos , las aventuras entre el río y el mar.
Paralelo a aquél camino polvoriento, discurre una acequia, que alguna vez fue un río.
Los habitantes mayores cuentan que hace 50 años era un afluente del río Rímac, hoy, no florece ni una yerba para los animales. Sin embargo, los árboles se mantienen inhiestos.
Cuando paso por allí en verano, bendigo la sombra de esos árboles y protegen de la llovizna que recuerdan que a pesar de ese paisaje abandonado y con símiles a pasajes del fin del mundo,, estamos en Lima. Es que nuestra ciudad es así, triste , polvorienta y abandonada.
Los habitantes mayores cuentan que hace 50 años era un afluente del río Rímac, hoy, no florece ni una yerba para los animales. Sin embargo, los árboles se mantienen inhiestos.
Cuando paso por allí en verano, bendigo la sombra de esos árboles y protegen de la llovizna que recuerdan que a pesar de ese paisaje abandonado y con símiles a pasajes del fin del mundo,, estamos en Lima. Es que nuestra ciudad es así, triste , polvorienta y abandonada.
Quizás tú ignores, o no comprendas que en aquellos lugares olvidados, perdidos de la mano de Dios,
es dónde yo más segura me siento. Quizás en otra vida, en algún sueño viví como una mendiga refugiada en un vagón. O es simple desprecio a la sociedad que me tocó, superficial y frívola.
Ellos no aprecian la belleza de lo auténtico, el perfume de lo marginal.
es dónde yo más segura me siento. Quizás en otra vida, en algún sueño viví como una mendiga refugiada en un vagón. O es simple desprecio a la sociedad que me tocó, superficial y frívola.
Ellos no aprecian la belleza de lo auténtico, el perfume de lo marginal.
domingo, 7 de agosto de 2016
Me seducen los lugares marginales , aquellos que pueblan seres fantasmales, que espantarían a los ciudadanos decentes y aburridos.
El tiempo se detiene y es el polvo , la mácula que cubre los objetos abandonados, ora una muñeca sin brazos o un hermoso vagón de tren en desuso. Yo amo visitar aquellos lugares, guarida de perseguidos de la ley , donde el verdadero espíritu humano late en cada ser despreciado, escondido del mundo.
El tiempo se detiene y es el polvo , la mácula que cubre los objetos abandonados, ora una muñeca sin brazos o un hermoso vagón de tren en desuso. Yo amo visitar aquellos lugares, guarida de perseguidos de la ley , donde el verdadero espíritu humano late en cada ser despreciado, escondido del mundo.
¿Qué puedo perder entre los rieles de un tren desvencijado sino es un amor?
Un amor jovencito, cubierto de polvo, intrépido y aventurero como yo.
Que ame las aves que van a morir al recodo del río, las historias de los trenes ,
las sillas de cuero noble, conversar horas sobre los misterios de las zonas marginales de la ciudad.
y a las poetas locos.
No pido mucho.
Un amor jovencito, cubierto de polvo, intrépido y aventurero como yo.
Que ame las aves que van a morir al recodo del río, las historias de los trenes ,
las sillas de cuero noble, conversar horas sobre los misterios de las zonas marginales de la ciudad.
y a las poetas locos.
No pido mucho.
Los lugares abandonados de la ciudad tienen una atmósfera especial.
Son habitados por seres seductoramente marginales en vagones de lujo que ya nadie recuerda.
Nadie visita la zona pues se cree que es zona obrera y es en realidad ,el cementerio general de la ciudad. Nosotros somos los visitantes, nuestro asombro , las flores que traemos en cada visita.
Son habitados por seres seductoramente marginales en vagones de lujo que ya nadie recuerda.
Nadie visita la zona pues se cree que es zona obrera y es en realidad ,el cementerio general de la ciudad. Nosotros somos los visitantes, nuestro asombro , las flores que traemos en cada visita.
Amo el camino polvoroso, ventoso ,que me lleva al cementerio de trenes.
Allí los encuentro dignos y hermosos.
Por sus ventanas puedo ver los paisajes que recorrieron, las historias de sus pasajeros , las voces
de las paradas.
Nadie se atreve a visitar los extramuros de la ciudad ni sabe de la existencia de los trenes con vida propia.
La gente es cobarde , no gusta de explorar aquello distinto a lo usual.
Allí los encuentro dignos y hermosos.
Por sus ventanas puedo ver los paisajes que recorrieron, las historias de sus pasajeros , las voces
de las paradas.
Nadie se atreve a visitar los extramuros de la ciudad ni sabe de la existencia de los trenes con vida propia.
La gente es cobarde , no gusta de explorar aquello distinto a lo usual.
Hace años, yo bebía ríos de licor entre bosques de botellas en la más absoluta soledad.
Era raro ver a una muchacha en cantinas mugrosas perder la conciencia de puro ebria .
Un día aciago dejé todo atrás por un amor.
La bebida por sus golpes.
Algunas personas buscamos el castigo , el dolor, lo rastreamos y nos dejamos poseer por él.
Ese es mi caso.
Hoy por hoy, camino por los andenes de los vagones abandonados , sobria, feliz de ver el río y el mar como única espectadora de ese milagro,
Era raro ver a una muchacha en cantinas mugrosas perder la conciencia de puro ebria .
Un día aciago dejé todo atrás por un amor.
La bebida por sus golpes.
Algunas personas buscamos el castigo , el dolor, lo rastreamos y nos dejamos poseer por él.
Ese es mi caso.
Hoy por hoy, camino por los andenes de los vagones abandonados , sobria, feliz de ver el río y el mar como única espectadora de ese milagro,
sábado, 6 de agosto de 2016
Amo los cementerios de trenes, polvorientos y marginados de la ciudad,
Un día aciago, el río inundará los vagones y se hundirán en el río hasta alcanzar la corriente del mar.
Serán fierro sobre fierro, irreconocibles unos de otros.
Nadie los volverá a ver nuevamente.
Nosotros sí los recordaremos con el corazón pleno de recuerdos felices.
Guardan en sus muebles , en cada asiento , un pedazo de nuestra infancia.
Un día aciago, el río inundará los vagones y se hundirán en el río hasta alcanzar la corriente del mar.
Serán fierro sobre fierro, irreconocibles unos de otros.
Nadie los volverá a ver nuevamente.
Nosotros sí los recordaremos con el corazón pleno de recuerdos felices.
Guardan en sus muebles , en cada asiento , un pedazo de nuestra infancia.
viernes, 5 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
Era fines de un marzo inolvidable y el viento nos revolvía el pelo, la cara y la brisa marina me embriagó tanto que pensé que sí, que sería posible volver a ti luego de 20 años. Dejar todo atrás. No me culpen . Era tan feliz, tan libre en ese momento que no pensé jamás que unos meses , después trataría de herirme con frialdad y el alma llena de odio.
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