Vistas de página en total

viernes, 17 de octubre de 2014

Los bichos viven en el interior de mi cuerpo.
Lo han tomado, me poseen, me gobiernan.
Los escucho crujir, crepitar
 como papel seco en mis huesos.
Recorrer mis venas, nadar en el torrente
sanguíneo.
Soplan calores, soplan mareos sopla la rabia encendida.

Cómo exterminarlos si a cada bocado de sus  puntiagudas bocas 
pierdo fuerzas, 
 cada succionar de sus bocas inmundas
mi sangre  empalidece,
caigo redonda al suelo.

Soy    un cuerpo devorado, mancillado por los bichos.
Indefenso, mortificado. 
Sin cura.

No hay comentarios: