Vistas de página en total

domingo, 15 de diciembre de 2013

Hubo un tiempo , la sangre  no fluía por las venas de algunas mujeres  . No las  inflamaba, estaban castradas por la educación .
Claro que las  recorría , pero eran  ellas eran tímidas y pálidas. Mediocres piezas de cacería o intercambio.
Incapaces de ir en contra la corriente
Dependían de las murmuraciones.
Eran educadas para casarse vírgenes y puras con un partido igual o mejor en el medio social.
Hasta que  un día aciago , la muchacha  conoce la pasión. Y era , con alguien sin fortuna ni abolengo.
La vida de la familia caía en desgracia. El padre acudía a los métodos de la ciencia , o a la superchería ,
como quien apaga un incendio, rápido y de cuajo.
Debía reparar el honor de la primogénita.
Arrancar el amante  a la muchacha era procurarle el primer gran dolor.  
Ella se convertiría en una rebelde eterna, una contestataria de la hipocresía social.
Una  mujer libre y genuina.

No hay comentarios: