Eres tú, la única verdad física y tangible,
que conozco.
Tus ojos tristes, la sonrisa opaca.
Aquello que captan mis sentidos.
Lo demás , no es importante:
te adivino en cada respiro.
Quisiera cubrir tu halo oscuro
con el hálito diáfano
de mi boca,
besarte e insuflar coraje a tu sangre.
Quemar tus temores,
engrandecer tu espíritu.
Cuánto daría por hacer de ti,
el titan de tu propia historia.
el vencedor de una vida pequeña,
un luchador de su mediocridad.
Feliz consigo mismo.
Satisfecho , seguro, y valiente.
Sin escudarte en mentiras ,
que solo hablan de debilidad.
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