Derrama la miel de los pozos tiernos de tus ojos
sobre mi cuerpo,
a cambio, cubriré de polvo estelar tu piel.
Brillarás aún en la más oscura de tus noches,
cuando sientas venir el naufragio,
tomaré tu mano ,
Curaré las heridas que callas,
aliviaré la agonía que cierra tu garganta,.
tus agobios.
Te haré feliz , al menos un día.
Si solo derramas la dulzura ,
guardada en tu alma.
Cuenta conmigo siempre,
velaré por ti,
mi niño,
poeta mío.
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