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sábado, 22 de febrero de 2014

Nadie se imagina, nadie cree que nosotros rechazamos las galas sociales para gozar en silencio de la paz del otro. Puede existir algo más maravilloso que disfrutar del brillo de tu alma. Eres un guerrero que ha colgado la armadura por amor. Soy una princesa que encontró su felicidad en un paraje lejano, alejado de  la mano de Dios. Era la Princesa de los terrales perdidos de la memoria. hasta de su propia familia. Encontré a Dios en la soledad de esos caminos eriazos y le pedí me mandara un idóneo, un hombre justo para desposaar.
La imaginación humana es tan limitada. El Señor me premió dandome un caballero, un Señor, un Caballero en toda la expresión de la palabra.

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