Eras tan dulce e indefenso que confundí esas sensaciones con pasión.
Yo estaba tan sola, y al acecho de un mundo horrible, tu mirada me encandiló.
Felizmente que solo fue por un tiempo breve, el suficiente para mandarme casi a la quiebra.
Fui tu amante luego tu madre, tu protectora, la dadora de bienes que cubrían tus necesidades de autoestima, financieras y frescura. No te recuerdo como amante, no quiero recordarlo pues no fue agradable para mí.
Creo que me sirvió para entender que el camino recto es el correcto . No por nada vararme resultó terrible fuee como si las 7 plagas de Egipto me atacaran a la vez. Por hacerte caso y darte gusto para que no siguieras con la cantaleta. Nunca recibí un gracias. No sabías , venías de otro mundo.
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