Sería bueno, tomar impulso, sacarnos este sudor pegajoso de la piel salada y correr.
Huir hasta que el sol pinte de amarillo mis calles ,
la brisa mueva la cabellera , acaricie la piel salada.
Antes habremos llegado hasta el malecón.
A la punta más alta y desde allí, mirar el mar
como quien se reencuentra con su amor de siempre,
hincharemos los pulmones
y valoraría más el color de mi barrio al caer la tarde.
El calor de hoy me derrota, me tumba literalmente
Vamos pues , al malecón a reencontrarnos con nuestra esencia
mientras me cuentas historias de cuando eras un maldito.
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