Primera meta, cumplida. Satisfacción , y bríos nuevos corren por mi sangre. No quisiera que esta página se convierta en el diario de una depresión, ya tengo planes para salir más tarde a Magdalena,y si se puede a Basadre a comprar el vestido largo que tanto le gusta a Leoncio.
El pobre se cayó hace un ratito en la calle. Por no saber ver el semáforo y cruzar como un loco. Estoy muy bien peinada, mi autoestima ha subido y mi cartera no ha sufrido. La señorita Judith que me atiende es dulce, gentil y me hace sentir bonita porque ella es guapa. Me anima mucho, doy gracias a Dios por ello. Más tarde espero escribir algo intenso , suculento para mis lectores. Por ahora , solo les digo que no caí en el túnel profundo de la depresión. Por lo menos, hoy luché.
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