Mucha gente miserable pulula por la red
gente sin alma y con ambición
son como tiburones en pos de la presa.
Son aquellos que sirven de paños de lágrimas ,
ganan tu confianza,
y te conviertes en su adoradora.
Esperé demasiado,
gasté en excesos dinero y lisonjas,
hasta darme cuenta
que tú me creías tonta,
solo por ser enferma.
Ahora, maldito coecha lo sembrado,
mi desprecio,
mi ingratitud.
El odio a mí mismo
por ser frágil y tú por saberme
indefensa.
Atacase y qué buen bocado
te llevaste.
Pero a todos les llega el día.
A todos.
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