Vistas de página en total

viernes, 28 de febrero de 2014

Hago un esfuerzo inmenso. Me arrastro hasta la ducha y me baño tan rápido que casi no me lavo todo el cuerpo. Pero algo hice a mi favor. Ahora debo ir a la peluquería, no puedo permitir abandonarme cuando el domingo vienen mi hijo y Mariana. El alma llora, no sé por qué. Qué motivos ocultos , que herida no cicatrizada se abre para manar pus. Si no son las deudas, es esta falta de ganas, este día incoloro, amorfo que me tortura.
Tengo todo para ser  feliz, menos unos cuantos kilos menos, Acaso será esa estupidez lo que me hace rechazar las invitaciones de mis  amigas? Debe ser, O quiero aparentar una juventud eterna en un cuerpo soñado y admirado. Es mi eterna lucha. Es mi punto débil. Y ahora no  me acompañan las fuerzas, ni las ganas de combatir. Esperaré al doctor más tarde y le contaré de mis pesares. Ojalá él escuche con atención y tome mi caso con seriedad . Hace tanto que no lo hace. Hace tanto que solo soy su informante. Claro, yo no le pago. No me siente paciente. El se ha monetizado pero creo que aún siente algo  de pena por su paciente más destacada.

No hay comentarios: