Quiero borrar a la luna del cielo
, pintar de oscuro el cielo, las calles, los recovecos,
pues huiré de tí, de tu aliento pesado, de tu carga.
Arañaré la tierra con estas dos manos.
Cavaré una sepultura para enterrarte vivo.
Y no respirarás más.
Henchido el pecho de ese aire que te falta,
correré libre y ligera
por esas mismas callejuelas,
como un perro sin dueño,
una gata en celo.
Sin el garrote de tu presencia.
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