Hoy brillan mis ojos,
rescaté la sonrisa crónica
guardada en un cajón,
la risa estruendosa,
y de pronto , un relámpago
unas ganas intensas
de ser y estar
como antes,
que el horror arribara
a manchar mis días de oscuridad.
cubriendo de plomo mis manos.
y esas gotas de agua caliente paralizando
mi cerebro, las ideas.
La brisa acaricia mi rostro.
Volví a escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario