Soy una mujer fuerte.
He amado, he parido.
Abandoné el hogar conyugal
Me abandonaron.
Sobreviví a tantas desgracias.
Sufrí y lloré como una Magdalena.
Partí de casa muy jóven.
Casé tres veces.
Me atreví, innové, superé.
De pronto , llega un jovencito insignificante.
Los ojos tiernos,
la voz queda,
y despierta en mí
la pasión más feroz.
Cumplo sus caprichos,
Solo por hacerlo feliz.
Yo, la feminista, la militante
reducida a sonreirle a un muchacho.
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