Eramos dos amigas, una única alma.
Ella leía mi corazón como nadie.
Era la alegría de crecer, compartir
las risas, las bromas
contra el mundo formal.
Descubrirlo , rebelarnos.
Ella partió ya hace mucho lejos.
Y nos hicimos mayores
Guardo sus palabras ,
su imagen en mi lugar secreto.
A veces,
, le hablo , a solas,
sé que ella me escucha.
Y vuelvo a sentir su cercanía,
a mil kilómetros de distancia.
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