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sábado, 25 de enero de 2014

Frente a frente,
veo tus ojos, mi piel huele a deseo. 
Sin  remilgos ni disimulos,
se erectan los pezones de mis montes

Caigo en  el vértigo de tu cuerpo.
No puedo pensar.
Y aún no has pronunciado palabra.
 ni sé hacia dónde vamos.
En silencio, estoy bajo tu poder.
Solo se escucha acezar mi respiración.

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