Y cómo vivo ahora sin tí.
La ilusión se desinfló como un globo .
Mis días son pálidos, pesados, grises.
Te amé con pasión desenfrenada,
las manos abiertas
el corazón en mis palmas.
Dispuesta y expuesta
y no fue más que una ilusión,
aire, idea mía, nada real,
pero era más feliz y mi cuerpo vibraba
al sonido de tu voz,
como nunca antes.
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