Un domingo más del rosario de días ,
encerrada en un espacio reducido.
Sirviendo a un hombre,
que se ama a sí mismo.
El ignora mis inquietudes,
no sabe que sufro y que vuelo también.
Nada le importa.
Solo salir de la realidad, con ayuda de fármacos.
comprados con dinero de mi propiedad.
Cada día empeora.
Soy un testigo silente de nuestra destrucción.
Impotente y cómplice.
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