Mi corazón palpita de emoción,
mis ideas se aclaran,
el Horror,
maldito enemigo mío
ha fugado asustado.
Dejó olvidado por el apuro su telaraña
que me apresaba,
Liberé los sueños guardados,
imagino el mar con espuma de encajes blancos
Las olas aplauden la orilla en rítmico vaivén
Una gaviota cruza el cielo límpido.
Cierro los ojos.
Llega manso el sueño.
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