Qué ingenuidad la mía , creer en las personas,
bien decía mi hija ,
" Mamá, tú crees que todos son como tú",
A los años, soy r la misma ingenua,
sensible, romántica, cariñosa,
amante de sus amigos,
y de los poetas .
Aquellas señoras / señoritas
que se hacen llamar poetas ,
y son de corazón mezquino,
Dónde quedó el alma, la delicadeza, la sensibilidad?
Aquellas murmuradoras de mentiras,
sembradoras de cuentos malignos.
Nada o poco escriben y se hacen llamar pomposamente poetas.
Aquellas , de poses impostadas para escandalizar.
Sus rostros se tiñen de verde
cuando otra poeta publica, presenta, y se esfuerza.
Trabajen, escriban, transpiren poesía y no mezquinen.
Aquellas que se hacen llamar a poetas,
lamento comunicar , distan mucho de llegar a ser.
Su un alma no es blanca ni pura.
Viven como cualquier niña burguesa ,
sembrando cizaña. , entorpeciendo amistades.
Su sensibilidad de acero no se conmueve.
Enfrenten los días sudando poesía .
Escriban un poema, tras otros, hasta entumecer las manos.
La sangre fluya enfervorizada , que exploten sus pechos de pasión derramada.
Ardan en las llamas del fuego sagrado , entréguense en cuerpo y alma.
Vivan con los sentidos , sean instinto y piel.
Entonces serán poetas.
Hasta entonces,
sellen sus labios
y guárdense a cal y canto.
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