Duermo ovillada como una gata ,
un ojo cerrado y el otro, alerta.
Centinela nocturno, la radio prendida.
El horror ama atarme a la cama,
con hilos de baba inmunda.
Cuántas veces quedé amarrada ,
no opuse resistencia.
Es noche ,
antes de la aurora.
soy dueña y señora de mis jardines.
Empero , el horror persigue mis pasos.
Escucho tras mi espalda.
Su olor metálico en el cuello .
Camino rápido , corro.
Me espera burlón en la esquina,
las garras abiertas.
Quiere devorar mi entusiasmo estrenado.
Paralizarme como una estatua de hielo.
Robarme el aliento,
inventar obstáculos , soplar tristezas
Atarme a a su cuerpo calcinado.
El horror insiste, yo continúo.
Llego al templo turquesa y entre sus vidrios me guardo.
Esta vez lucharé , invocaré a mi Dios, prenderé velas.
No arrebatará mis deseos felices.
Esta vez , me derramo en emoción.
Radiante como una mañana de verano.
Fuerte y decidida ,
Un sueño , brillante por nuevo,
feliz pues sonrío al escribir .
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