He de vestir mi cuerpo de una armadura de hierro,
así seré inmune a las lanzas de la tristeza,
a los puñales de la angustia,
a ser devorada por el horror.
He de vestir mi cuerpo de una armadura de hierro,
así la maldita no inoculará su alegría malsana,
aquella que hace huir a los más queridos,
y es soledad pura mis días que tornan noche.
He de vestir mi cuerpo de una armadura de hierro.
Antes que el gobierno del horror se instaure en mi cuerpo,
lo estruje, torture, lo haga suyo,
Curaré mis heridas.
Lucharé con todas mis armas de caballería,
con sangre y coraje.
Esta vez , yo venceré.
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