Aún me hiera
tu amor de plástico,
mi cuerpo pide el roce de unas manos.
Ay , poeta, tu recuerdo se desvanece en el alma,
más mi piel clama tu nombre.
Quemé tu amor en una pira.
Olvidé calcinar tu cuerpo.
Sello mis labios y callo tu nombre,
rozando mi garganta.
Así no grito , así olvido.
Escribiré mil veces en un cuaderno.
No ames a quien no te ama.
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