He de pulir mis armas antes de la aurora,
así brillaran al sol , cegaran al enemigo.
Vestir mi cuerpo frágil de acero.
Estar lista a dar la batalla.
He de pulir la lanza, la montura ,
el pescuezo de mi yegua, sus cascos.
mi pecho frágil de acero.
Subir a la grupa , sorprender al horror. .
Frente a frente, ataco primero.
Con la lanza, la tristeza traicionera,
con el puñal atravieso a la soledad,
a los amores ingratos,
todos caen cenizas en la tierra.
El horror es cobarde, le teme a la claridad.
A él ataco con el brío de mi yegua,
lo traspaso con las armas de matar.
Amanece, y huye herido.
Debo guardar mis armar ,
El horror no se vence nunca.
Siempre corre un paso adelante mío.
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