No cierres los ojos , mi niño
Tu mirada es luz en mi madrugada
Agua para mi sed.
Si yo los cerrara hoy,
tu partirás hacia el sol.
Cerremos los ojos.
Dormiremos la noche larga.
No apagues tu mirada,
ni olvides soñar.
Mañana nos espera otra batalla por luchar.
Mis manos son dos aves blancas
mariposas traviesas,
garfios de acero,
prestos a levantar tu cruz de espinas.
toda la eternidad.
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