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domingo, 14 de abril de 2013


A Leoncio, mi esposo

Duerme, mi bien, descansa 
olvida tus pesares,
tu cuerpo torturado.

Sueña con el mar,
como cuando eras campeón
No le temías a nada.
Eras libre de surcar el cielo. 


Duerme mi niño.
Yo velo tu sueño
y con mis manos de mariposa
acaricio tu pecho.
 Sin romper tu ensueño,
inventando  fantasías
para tu consuelo.

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