Mi dedo índice dibuja tus labios.
Imagino la suavidad de esa boca dulce,
uva jugosa.
Sonriendo, succiono la fruta frente a ti,
deleitandome con su sabor.
Con el dedo izquierdo, rozo mi cuello.
Siento a la distancia tu respiración cálida,
Recorro el cuello,
mis hombros
alcanzo mis montes redondos,
manzanas maduras.
De solo pensar, en tus manos grandes,
éstos se dilatan,
se ofrecen para tu deleite.
Cierra los ojos,
saboreame como te sé disfrutar.
.
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