La piel que cubre mi cuerpo es seda pura.
Mis montes son montañas
panes redondos y apetitosos.
En mi bajo vientre guardo al sol.
Si me acaricias con dedos suaves
prendes fuego a mi cuerpo frágil.
Entonces me desconozco.
murmuro, susurro, gimo.
hablo
Cobran vida mis caderas
y mi piel es carne viva,
Las piernas se inquietan
y gotea lluvia por ellas.
no diré más pues quiero que tú lo descubras.
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