A Juanita Tan,
Nadie pudo jamás amarrarte a una hamaca a tejer y bordar.
A esperar la llegada del novio, como las mujeres de tu época.
Tus ojos miraban mucho más lejos.
Hacia lontananza de los colores tierra de tu tierra.
Sentías en carne propia el dolor, la injusticia de aquellos
desposeídos.
Te vestiste de rebeldía y saliste al mundo a a batallar.
Ay Juanita, quien diría que criaste 6 hijos
amamantaste a tu única niña
tras las rejas de una cárcel sucia .
Una cárcel que no rindió tu rebeldía
Tu espíritu volaba más alto que el encierro,
la soledad y el hambre.
Juanita, tu vida no debió ser fácil pero tú eras de acero.
Un ave de hierro con alma dulce.
Visitabas las cárceles y a tus presos,
con la generosidad de una grande.
Tu pasión por tus ideles te sostenian.
Ave de hierro, alma dulce, labraste tu destino según tus ideales.
Mi respeto, mi emocionado homenaje a la mujer luchadora,
solidaria. por sobretodo consecuente y alegre.
Trás de ti , una estela de mujeres te admiran y sueñan tus sueños.
Ahora estarás en el cielo conspirando para hacerlo más justo.
Bailando como te gustaba, laborando incesante.
Adios, Revolucionaria, ave de acero.
Hasta las estrellas se inclinan a tu paso en tu viaje final.
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