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sábado, 27 de abril de 2013

A mi esposo,

Amor, a ti te debo la felicidad.
Tú me rescataste de la desesperanza y la soledad.
Me diste un hogar cálido,
una nueva familia.
.
Tu amor abriga mis días negros.
Tu alma y la mía 
laten al unísono,
como un reloj fino.
Pensamos , sentimos
de la misma forma.

Amor, por favor,cuídate.
Sin tí, marchitan mis días,
se apaga la luz de mis ojos. 
mi voz callaría para siempre.

Yo sé que juegas a 
burlar la muerte 
todos los días.
Te encanta correr por sus recovecos,
esconderte y luego salir a reírte de ella.
Cuídate mi niño, la muerte tiene pasos leves
no abuses de tu fortaleza,
que ya no es tal.
No importa que uses una silla.
Ni que nuestra vida esté reducida a cuatro paredes.
Yo te amo, tal como eres,
porque haces que ría 
y eres mi niño hermoso
Mi niño  de palo.

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