A Leoncio,
Dos palomas son tus manos
anidadas mi pecho,
las plumas caricias
sobre mi piel ardiente.
Ese recuerdo me alienta a vivir
A añorar y esperar tu amor, esposo.
Dime, amor cúando será?
Quiero besar el largo de tu cuerpo.
Abarcar tu pecho oceánico con mis dos manos pequeñas.
Y reir, pues hace tiempo no reímos
Olvidemos por un rato tus dolores,
y volvamos a ser felices.
Como cuando un día juntos era una fiesta.
La vida una celebración.
Y la risa, siempre la risa, nuestro lenguaje.
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