Subí al pico del barranco a gritar mi tristeza.
El mar generoso escuchó mis lamentos de sirena
Las olas conmovidas apuraron besar la arena.
Te devolvieron a mi, enredado de musgos y algas.
Volviste mareado, sucio pero eras tú.
Luz de mis ojos,
alegría de mi cielo,
Arranco de cuajo el clavo que horadaba mi alma
Alejo la pena de mis días
Canto salmos alborotada
Te beso, con ternura a borbotones,
Bailo danzas inventadas.
Te abrazo largo , Poeta mío.
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