Me escabullo por una rendija.
Huyo veloz
Corro fugaz, tan ágil ,
que llego breve al malecón .
Este es mi predio,
nada ni nadie me ataca
frente al océano azul.
Es demasiado bello para el horror.
Soplo y soplo para barrer las nubes,
se descubre un cielo claro
Solo mío
Aspiro la brisa marina ,
colmo mis pulmones
subo al pico del barranco.
Y declaro mi majestad
sobre los acantilados,
Reina y señora de los océanos
Princesa de la brisa,
Novia de las aves marinas,
Protegida de la inmensidad .
Libre por mandato del cielo ,
En este malecón.
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