Encontré mi alma pisoteada hoy por la mañana.
Entre sollozos quise reanimarla.
No hablaba, no sonreía.
Agonizaba en un charco rojo.
Encontré mi alma hecha jirones hoy por la mañana.
Quién fue el maldito?
Quién se atrevió a dañar si era frágil como un capullo.
Con qué saña la hirió.
No conozco las razones.
Encontré mi alma rota hoy por la mañana
Mi alma amaba con fuego y llovizna.
Se entregaba completa sin mirar a quien.
Era confiada, apasionada , ingenua
Antes de morir exhaló un suspiro
Su propio fuego la mató.
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