Salto de la cama, agazapada por si el horror va tras mío,
corro veloz al malecón.
Gano la carrera , llego antes que me atrape.
Contemplo el mar y es serenidad.
Me embriago de la brisa marina y borra mis horrores.
Subo al barranco y desde el pico más alto ,
abro las alas ,
emprendo el vuelo.
Surco el cielo y soy gaviota ,
Planeo cerquita al mar.
Es preciso ver de cerca las quebradas,
el puente, mi antiguo hogar.
Aquél donde vivía la felicidad.
Y el sol brillaba siempre.
Vuelo más alto y soy águila .
Poderosas alas baten a recorrer el cielo .
Recorro playas desconocidas,
conocidas solo por las aves y los peces.
Regreso a mi barranco cansada
bañada en sal, el corazón henchido de gozo
y de mansa paz.
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