Contemplo tu rostro,
los ojos poderosos
esa boca para el beso
sin decir palabra,
ocurre lo inesperado:
Mi cuerpo, innerte, despierta
revives el deseo dormido,
sin tocarme,
a lo lejos,
es tu mirada la que guía,
me conduce
por lares misteriosos,
parajes de ensueño,
cierro los ojos,
siento la intensidad
de un placer añorado
escucho gemir a mi voz queda
grito ,
estallo ruidosa,
desatas mi risa,
olvidada en un cajón,
hace mucho.
La felicidad invade mi piel.
Estoy viva y lista para el amor.
Sonrío agradecida,
Cómplice mío.
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