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miércoles, 19 de junio de 2013

Camino a  paso ligero  hacia mi dormitorio
Olvidé  pedir lo más importante: 
la  medicación para no extrañar.
Recuerdo cada cara, cada cuerpo y su nombre.
Y vuelan sobre mis sueños inducidos, y los lloro.
Grito en sueños y ellos no vienen, ni escriben.
Acepté  a morir en vida por un tiempo.
No pensé que me olvidaran tan pronto.
La  herida del olvido mana sangre
 y derramo gotas de salitre por los ojos.
también  recuerdo:
Ellas no curan ese tipo de dolencias.

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