Camino a paso ligero hacia mi dormitorio
Olvidé pedir lo más importante:
la medicación para no extrañar.
Recuerdo cada cara, cada cuerpo y su nombre.
Y vuelan sobre mis sueños inducidos, y los lloro.
Grito en sueños y ellos no vienen, ni escriben.
Acepté a morir en vida por un tiempo.
No pensé que me olvidaran tan pronto.
La herida del olvido mana sangre
y derramo gotas de salitre por los ojos.
también recuerdo:
Ellas no curan ese tipo de dolencias.
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