Vistas de página en total

jueves, 1 de agosto de 2013

Si rozara la orilla de tus labios,
levemente,
no podría escapar más 
de tu delicia,
caería rendida a tus pies,
demente de veneno dulce.
Echaría a andar sin  mirar atrás
seguiría tu sombra,
cada aurora.
Me encontrarían 
deambulando por las calles
gritando tu nombre

hasta mis ultimos días.
Imsomne y loca.

No hay comentarios: