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sábado, 24 de agosto de 2013


A mis años
debería haber aprendido:
No ames al primer muchacho 
que te sonría.
Ahora mi rostro es pálido,
mis ojos salitre puro.
Rompiste mi ilusión con una aguja envenenada.
Y el veneno trepa por mi cuerpo,
por cada trozo de mi piel .
hiriendolo, trozando hasta ser llaga.  

Cúando el azul del cielo, cúando el radiante sol.
Mi felicidad?

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