Hace mucho masacraron mi cuerpo .
Aquél a quien que yo amaba golpeaba mi piel de muñeca,
noche a noche, día a día ,
me torturaba sin piedad.
Solo por dinero.
Mi rostro era su blanco favorito.
El decía luego que me curaba a besos.
Yo bebía sus palabras y perdonaba.
Una noche aciaga arrancó mi corazón de cuajo
Lo devoró con furia y echó mi alma a los perros.
Ahora camino con el pecho cubierto.
así nadie ve el hoyo vacío de mi corazón.
De cuando en vez,
lo observo y veo que renace una planta hermosa.
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